Es cierto que la comida desabría es del poco gusto de las personas, no obstante, también es cierto que distinto son los estudios que indican y advierten que el exceso de sal en la ingesta de alimentos perjudica al cuerpo humano y éste puede desarrollar distintas afecciones en el corazón y riñones.
Entre las enfermedades más comunes derivadas del consumo de sal se encuentran la osteoporosis, hipertensión e incluso, puede ser el causante de complicaciones serias en todo el sistema nervioso.
Ahora a esto se le suman los dichos por una nueva investigación de expertos del Biobanco del Reino Unido y publicada en el European Heart Journal, en la que se asegura que agregarles sal a las comidas ya cocidas disminuye años de vida: en las mujeres, 1,5 años y en los hombres, 2,28.
Desarrollo del estudio
La determinación del hallazgo se encontró gracias a los datos recopilados de 501.379 voluntarios que completaron un cuestionario sobre la frecuencia promedio de agregado de sal a los alimentos. También se recolectó pruebas de orina para examinar más a fondo los efectos que tiene el sodio en el cuerpo.
“Los niveles elevados de consumo de sodio pueden ser un riesgo de enfermedad cardiovascular. El potasio en la dieta contrarresta los efectos del sodio y hay una gran cantidad de excelentes alimentos ricos en potasio que pueden reducir los riesgos de enfermedad o mortalidad asociados con el sodio. Las frutas y verduras constituyen la mayoría de ellos, pero específicamente las bananas, las papas, la calabaza, las verduras de hojas verdes, el brócoli, las lentejas, los porotos y el pescado son excelentes fuentes de potasio que pueden contrarrestar los efectos de la sal en la salud cardiovascular”, indicó Rigved V. Tadwalkar, cardiólogo del Pacific Heart Institute.
Cantidad adecuada de sal
Datos oficiales de la Universidad de Harvard, recomiendan que una ingesta de sodio diaria superior a 3,7 gramos por día se asocia con la disfunción cardíaca, esto quiere decir que según los resultados del centro de altos estudios estadounidense se deberían consumir solamente dos cucharaditas de sal por día.
Para llegar a sus conclusiones, Harvard necesitó la información de 2.996 personas con una edad promedio de 49 años, de las cuales el 54% padece hipertensión. Los resultados demostraron que al superar esos 3,7 gramos al día se aprecia una peor tensión arterial sistólica (la intensidad a la que el corazón bombea la sangre), una mayor velocidad diastólica (el nivel de relajación del corazón) y un remodelamiento cardíaco adverso.