Muchas personas tienen por hábito cotidiano tomar una pequeña siesta después del almuerzo o cenar muy tarde antes de irse a dormir.
Aunque parezca algo inofensivo, tener esta costumbre puede traer consigo varios problemas a tu bienestar. Aquí te contamos qué puede ocurrir si te acuestas a dormir depués de haber comido:
Se puede producir acidez, reflujo e indigestión
Si una persona se recuesta tras haber comido, los jugos gástricos suben por el esófago y causan reflujo, es decir, la sensación de que la comida se te regresa. Mientras tanto, también se estará bloqueando el proceso de digestión, pues todos tus organos trabajaran más lento al estar dormido, y se tendrá la sensación de pesadez por varias horas.
Subes de peso
En caso de acostarse a dormir después de comer, las propiedades de los alimentos no se digieren correctamente y aumentan sus calorías, por lo que esto podría terminar por tener un efecto en tu peso, llevandote a padecer sobrepeso y desarrollar diversas enfermedades, como, por ejemplo, la diabetes.
Hay riesgo de sufrir un problema cerebrovascular
Cuando no se deja pasar un tiempo necesario para la digestión y se duerme inmediatamente, esto aumenta las posibilidades de presentarse una falta de oxigenación en tu organismo, lo que podría derivar en aflicciones a nivel circulatorio y cerebral.
Es por estas cosas que lo recomendable es permanecer sentado o reclinado y esperar alrededor de 30 minutos antes de ir a dormir, siempre evitando acostarse completamente después de comer, sobre todo si fue bastante.
Otra cosa que también es importante puntualizar es que algunos estudios han demostrado que el metabolismo se hace más lento a altas horas de la noche, por lo que lo más saludable es que a estas horas no se consuman alimentos ni muy condimentados, ni altos en carbohidratos y ni legumbres.