Por lo normal, el comienzo de la vida escolar se hace un poco difícil para todo ser humano. Muchas veces las metodologías de estudios son vista por los niños como una aburrida obligación, por lo tanto, se hace difícil poder obtener el amor y pasión por los estudios.
El mundo tecnológico que se vive también es un gran factor para que se llegue fácilmente a la desconcentración y poca motivación para realizar las tareas diarias escolares. Son las distintas plataformas de streaming, infinidades sitios web y aplicaciones para descargar juegos virtuales, varios de los factores que limitan el interés estudiantil.
Sin embargo, algunos especialistas proponen poder usar estas características muchas veces negativas para acompañar a los niños y niñas en su desarrollo educativo.
Aprovechar la tecnología
Una de las especialistas defensoras del uso de la tecnología para acompañar la educación inicial de niños y niñas es la argentina Mariela Caputo, licenciada en Psicopedagogía y máster en Neuropsicología. En una entrevista para Radio Mitre, explicó las posibilidades de aprovechar las tecnologías como medida de motivación y aprendizaje entretenido.
“¿Qué pasaría si en esas horas los videojuegos los invitaran a pensar, a trabajar en equipo, a crear escenas propias o que pudieran desarrollar capacidades fundamentales como trabajo colaborativo y estimular funciones cognitivas básicas para el aprendizaje como la memoria, atención, percepción visual y desarrollo del lenguaje?”, instaló la interrogante la doctora Caputo.
La licenciada en Psicopedagogía sostiene que es muy importante entender cómo aprenden los chicos de hoy y que esto puede ser el aliado de las técnicas didácticas aplicadas en las aulas y en los hogares, apuntando a mejorar las dinámicas y la motivación de nuestros hijos.
“La tecnología es hoy un medio natural de aprendizaje, y si logramos entender cómo aplicarla en las propuestas pedagógicas, se generará un impacto muy interesante para potenciar los aprendizajes. Está en nosotros, educadores y neurocientíficos, poder potenciarlos a través de los métodos adecuados”, concluyó Mariela Caputo.
Tiempo de estudios
Otra de las recomendaciones es saber separar los tiempos para determinar cuándo se trata de estudio y cuando se trata de entretenimiento recreacional, por eso, para que los chicos hagan la tarea o estudien, los padres deben acordar en qué momento del día se va a establecer esa rutina en la vida de los hijos.
“Es importante delimitar ese momento: si va a ser ni bien llegan de la escuela; si primero va a merendar y luego jugar un rato, etcétera. Eso depende de las posibilidades y preferencias de cada chico, que bien se puede acordar en familia. Sí sugiero que sea siempre en el mismo orden y respetando cierta franja horaria. Por ejemplo, llegar de la escuela, cambiarse, merendar y hacer la tarea”.