Pasaron dos largo años, y un poco más por consecuencia de la pandemia, para poder ver nuevamente en el ruedo al ecuatoriano Guillermo Albán, muy sobrio, en forma y sin perder su toque en la lidia, frente a dos maestros de la tauromaquia, Finito de Córdoba y Emilio de Justo, los que al final lo escoltaron cuando fue levantado en hombros y salió por la Puerta Grande de la plaza de Ambato, tras un triunfo por todo lo alto ante tres cuartos de los tendidos del festejo de “Nuestra Señora de la Merced”.
Sin dejar de lado esta emoción grande, ya un poco más tranquilo y sumido en la cotidianidad de sus otras labores profesionales, el diestro recuerda ese día con mucha gratitud y recalca que nunca dejó de lado ese sueño de volver al ruedo y hacerlo a lo grande, para lo cual se preparó constantemente y ahí los resultados.
“Fue una satisfacción muy grande. Llevaba dos año y ocho meses aproximadamente que no vestía el traje de luces, aunque me mantenía vinculado a prácticas y tientas, lo que permitió que esté bien y logre este triunfo”.
Su trayectoria marca un nivel muy alto, y la propuesta de la Feria de Ambato fue ese punto clave para volver al ruedo, con un cartel excelente.
“Fue un gran festejo. El público, las ganaderías, la plaza y un gran cartel que me encantó, porque estaba el maestro Finito de Córdoba, quien fue mi padrino de alternativa hace ya 21 años, y luego estaba el máximo torero de 2021 de toda Europa y que va arrasando, Emilio de Justo. Soy sincero, ese tipo de carteles siempre me han motivado. Sabía que ese era el lugar preciso para volver a torear”, comentó el diestro español.
En la corrida de Ambato, Albán salió en hombros, tras dos espectaculares faenas. En cada una recibió una oreja, pero el público puso bronca a la autoridad porque exigió la segunda en cada una de sus participaciones, pero el ecuatoriano se lleva ese cariño de la gente y de su petición. Fue como que recibió un par más de orejas de manos de los asistentes.
“Salir en hombros me hizo recordar esas tardes de Quito, en donde también pasó esto, junto a grandes figuras mundiales. Albán tiene aún camino por recorrer y espera nuevas grandes tardes. Es un torero de prestigio y de una gran trayectoria que seguramente estará en las mejores plazas, una vez que el mundo vuelve a la normalidad.
¡Hay Albán para rato!
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