Jodie Leigh Fox es una mujer común de 24 años, gusta de pasar tiempo con su hija y sus amigos, pero tiene una peculiaridad. Pese a su juventud es una avezada conductora de buses.
Jodie ya suma cinco años trabajando en la conducción de buses de turismo en Londres.
La joven reconoce que manejar un bus no es más difícil que conducir un vehículo, si te acostumbras a la longuitud y peso de tu bus. La gran diferencia está dada por la responsabilidad de llevar a un número importante de pasajeros.
En una entrevista a The Sun, Jodie asegura que “la gente piensa que es fácil, pero hay mucho en qué pensar cuando te conviertes en conductor de autobús; recuerda que tenemos la vida de las personas en nuestras manos”.
Complicaciones
Sobre lo más complicado de su jornada, la conductora reconoció que “la parte más difícil es tratar de trabajar bajo presión cuando corres en un horario apretado y hay tráfico.
Jodie agregó que “a veces se vuelve estresante, especialmente en el verano, cuando estás sentado en una cabina sudorosa y calurosa”.
La joven no esconde la pasión por su trabajo, pero el gran punto negro son las groserías de algunos pasajeros.
Ofensas
Jodie reconoce que ha recibido comentarios muy ofensivos. “Me han dicho cosas muy inapropiados como que ‘uso demasiado maquillaje’ o que ‘estoy gordo’ o que tengo ‘demasiado relleno en los labios”.
Pero al final, Jodie no se deja afectar. “Solo tienes que dejarlo pasar, de lo contrario afectaría el resto de tu día”, aseguró la conductora.
Al ser consultada por los pasajeros con algunas copas demás, la joven no se complica. “También veo mucha gente borracha, ¡pero me encanta porque solía ser yo! Realmente no me molesta”, aseguró.