Nadie creería que un rockero famoso sería un fiel esposo durante más de 30 años. Esa es la historia de Jon Bon Jovi y Dorothea Hurley. Se casaron a escondidas en una capilla de Las Vegas y 30 años después le demuestran al mundo que el amor perdura por encima del tiempo y los obstáculos.
Durante la gira Nueva Jersey en 1989, el cantante de la famosa banda que lleva su nombre convenció a su novia para casarse. Hicieron un viaje secreto y se juraron amor eterno en la Graceland Wedding Chapel.
En una entrevista a la revista People el cantante declaró:
Una vida feliz
Bon Jovi y Dorothea se conocieron en una clase de historia, cuando apenas tenían 18 años. Luego Jon se dedicó a su carrera y en el camino tuvo varias novias, entre ellas la actriz Diane Lane. Pero la vida lo reencontró con su antigua novia y entonces no lo dudó. A pesar del consejo de su publicista, el rockero se casó.
“Cuando regresé de Las Vegas, mi manager estaba furioso. Me dijo: ‘¿El chico de Estados Unidos ahora está casado? Esa no es una buena movida profesional”, recordó Jon durante una entrevista. “Mucha gente intentó arruinar algo hermoso”, reflexionó.
Eternos enamorados
A pesar de la oposición de su entorno, Jon Bon Jovi estaba seguro de su decisión y se mantuvo firme. De hecho, ha confesado en varias ocasiones que sus canciones de amor siempre se las dedica a Dorothea, su amor eterno.
De su matrimonio nacieron cuatro hijos: Stephanie, Jesse, Jacob y Romeo. Pero no solo tienen un hogar estable, también crearon una fundación para ayudar a familias de escasos recursos. Bon Jovi reconoce que Dorothea es su motor: “Mi esposa hace todo el trabajo y yo me llevo el crédito”.