Amanda Bynes, reconocida por sus roles en series de Nickelodeon y películas juveniles, ha enfrentado desafíos significativos relacionados con adicciones y salud mental a lo largo de los años. A sus 38 años, la actriz ha compartido abiertamente sus experiencias y esfuerzos por recuperar su bienestar.
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Trayectoria y lucha contra las adicciones
La carrera de Bynes despegó en la década de 1990 con programas como “All That” y “The Amanda Show”. Sin embargo, detrás de cámaras, comenzó a enfrentar problemas de adicción.
Según declaraciones anteriores, empezó a consumir marihuana a los 16 años y posteriormente abusó de sustancias como Adderall, lo que contribuyó a episodios de psicosis inducida por drogas y afectó su salud mental.
En 2013, tras una serie de incidentes públicos, fue puesta bajo una tutela legal que se extendió hasta 2022. Durante este período, Bynes trabajó en su recuperación y, en 2018, anunció que llevaba cuatro años sobria.
Estado actual y bienestar físico
En marzo de 2024, Bynes compartió en sus redes sociales que había ganado más de 20 libras debido a una depresión, alcanzando un peso de 162 libras. Expresó su deseo de retomar hábitos saludables y establecer una meta de peso de 110 libras.
Además de enfocarse en su salud física, Bynes ha explorado nuevos caminos profesionales. Actualmente, está estudiando para obtener su licencia de manicura, buscando establecer una carrera en el ámbito de la cosmetología.
Recientemente, en diciembre de 2024, hizo una aparición pública en el concierto de 50 Cent en Las Vegas, mostrando signos de una recuperación positiva y una reintegración gradual a la vida pública.
La historia de Amanda Bynes refleja las complejidades de la fama temprana y los desafíos asociados con la salud mental y las adicciones. Su apertura al compartir su viaje ofrece una perspectiva valiosa sobre la importancia del apoyo y la resiliencia en el camino hacia la recuperación.
