La noticia del fallecimiento de Gene Hackman ha conmocionado al mundo del cine. Junto a él, fue encontrada sin vida su esposa, Betsy Arakawa, cuya vida y relación con el legendario actor se han mantenido en la privacidad y ahora ha generado mayor interés.
¿Quién era Betsy Arakawa?
Betsy Arakawa fue la segunda esposa de Gene Hackman, con quien mantuvo una relación alejada de los reflectores de Hollywood. Arakawa era pianista de profesión, y aunque se conocen pocos detalles de su vida privada, su presencia fue fundamental en la vida del actor.
Así floreció el romance
Hackman y Arakawa iniciaron su relación a mediados de la década de 1980. Tras el divorcio de Hackman de Faye Maltese en 1986, con quien estuvo casado desde 1956, el actor aclaró que su relación con Arakawa no fue la causa de su separación. “Cuando trabajas en este negocio, el matrimonio requiere mucho esfuerzo y amor”, expresó Hackman en 1985 al South Florida Sun-Sentinel.
En 1991, la pareja contrajo matrimonio y estableció su residencia en Santa Fe, Nuevo México. Betsy Arakawa, pianista de profesión y con un trabajo a tiempo parcial en un gimnasio, conoció a Hackman en un gimnasio de California, donde también ejercía como pianista clásica.
Una vida privada en Santa Fe
La vida de la pareja en Santa Fe se caracterizó por la tranquilidad y el alejamiento del foco mediático. Hackman, quien se retiró de la actuación en 2004 tras someterse a una angioplastia en 1990, se dedicó a la escritura, publicando su primera novela en 1999, “Wake of the Perdido Star”.
Arakawa, por su parte, asumió el rol de madrastra para los tres hijos de Hackman con Faye Maltese: Christopher Allen, Leslie Anne y Elizabeth Jean.
La pareja compartió su hogar con varios perros, incluyendo dos pastores alemanes y un perro adoptado durante el rodaje de “The Replacements” en 1999.
Un hogar diseñado a su medida
La residencia de Hackman y Arakawa en Santa Fe, destacada en Architectural Digest en 1990, fue diseñada por el arquitecto Stephen Samuelson. La casa, originalmente una construcción de los años 50, fue transformada en un espacio moderno que fusionaba estilos pueblo, colonial y barroco español, gracias a la visión de Arakawa.
Relación discreta
La vida privada de Arakawa era tan reservada que no mantenía presencia en redes sociales ni concedía entrevistas. Hackman, en entrevistas, compartió detalles de su vida cotidiana con Arakawa, como sus maratones de comedia y películas de bajo presupuesto.
A pesar de su fama, la pareja logró mantener una vida familiar discreta y alejada del escrutinio público.