El dolor de una ruptura amorosa no distingue géneros, pero la forma en que hombres y mujeres lo experimentan y procesan puede ser muy diferente. Recientemente, un momento captado por las cámaras, en el que Iñaki Urdangarin se muestra visiblemente afectado por su separación de la infanta Cristina, ha abierto un debate sobre el duelo masculino. Aunque el estigma de la dureza masculina sigue presente, las evidencias científicas sugieren que los hombres sufren en silencio y, en muchos casos, su recuperación puede ser mucho más compleja de lo que parece.
Un estudio conjunto de la Universidad de Binghamton (Nueva York) y la University College London (Reino Unido) reveló una sorprendente diferencia en la respuesta emocional entre hombres y mujeres ante una ruptura. Aunque las mujeres suelen mostrar una reacción más inmediata de dolor intenso, incluyendo ira y ansiedad, tienden a recuperarse más rápido. En cambio, los hombres, aunque inicialmente parecen sobrellevar la situación con mayor rapidez y se dedican a nuevas relaciones o actividades, pueden estar ocultando una tristeza profunda que no desaparece tan fácilmente.
El investigador principal de este estudio, Craig Morris, sugiere que esta diferencia tiene raíces evolutivas. Según él, mientras las mujeres históricamente invirtieron mucho más en las relaciones debido a su capacidad de embarazo y lactancia, los hombres podían “desaparecer” tras un encuentro sin una implicación biológica tan fuerte. Este patrón podría explicar por qué la ruptura les afecta de manera más autodestructiva y por un periodo más largo.
El proceso de duelo en los hombres no es solo emocional; también involucra aspectos fisiológicos. En los primeros momentos tras una separación, los hombres pueden perder temporalmente su capacidad de concentración y quedar emocionalmente bloqueados, mientras que las mujeres tienden a externalizar su sufrimiento a través de cambios físicos y emocionales, como náuseas, alteraciones de peso y un descenso en su rendimiento laboral o académico.
En cuanto a la química cerebral, los investigadores Larry Young y Brian Alexander explican cómo el estrés y la ansiedad tras una ruptura son intensificados por una mayor producción de corticosterona, una hormona relacionada con el estrés y el aislamiento. Este factor biológico contribuye a la complejidad del proceso de duelo masculino.
Contrario a la antigua creencia de que los hombres no expresan su dolor de forma abierta, diversos estudios sugieren lo contrario. Un análisis realizado por la Universidad de Lancaster encontró que, al tratar temas de ruptura, los hombres a menudo utilizan términos como “corazón roto”, “llanto” y “arrepentimiento”. Además, estos estudios revelaron que, lejos de reprimir sus emociones, los hombres suelen hablar de sus problemas sentimentales incluso más que las mujeres. Este comportamiento desafía el estereotipo de que los hombres no se involucren emocionalmente, mostrando que también buscan ayuda y comparten su dolor.
El llanto de Urdangarin, captado recientemente junto a su nueva pareja, Ainhoa Armentia, puede ser interpretado como una manifestación de esta evolución emocional en los hombres. La ruptura con la infanta Cristina parece haber dejado una huella más profunda de lo que se podría haber imaginado, algo que resalta el proceso emocional que enfrentan muchos hombres tras una separación.