El mundo entero sigue llorando la muerte de Liam Payne, quien falleció el pasado miércoles 16 de octubre tras caer del tercer piso de un hotel en Argentina.
PUBLICIDAD
Aunque su muerte fue repentina, el cantante no estaba viviendo sus mejores días y aunque los fans no lo sabían, se estaba enfrentando a muchos problemas en su vida personal y profesional.
El famoso tenía problemas legales con su ex, Maya Henry, y su sello discográfico, Universal Music, lo había abandonado y despedido justo días antes de su muerte, porque su carrera “se estaba tambaleando”.
Esto sin contar que su equipo de publicidad había renunciado a principio de mes y que estaba lidiando con sus problemas de salud mental, por lo que sin duda, no estaba nada bien.
Esta es la millonaria herencia que Liam Payne le habría dejado a su hijo
A pesar de todos sus problemas, Liam Payne estaba feliz y orgulloso de ser padre, y es que desde que nació su hijo Bear en el 2017, su vida tomó otro sentido.
Sus amigos y familiares coinciden que su mejor rol era el de papá, y estaba muy feliz y orgulloso de su hijo, a quien presumió este año en redes, dejando ver lo grande que estaba y lo mucho que lo admiraba y quería ser como él.
Por eso, el famoso dejó una gran fortuna, que estaría dedicada completamente a su hijo, pues quería asegurarle que tuviera un gran futuro.
PUBLICIDAD
El ex One Direction dejó una fortuna estimada en 70 millones de dólares, según reporta Reuters, y gran parte de este dinero lo logró gracias a su carrera en la famosa banda y también como solista.
Su hijo Bear, a quien tuvo con la cantante y exjurado de X Factor UK, Cheryl Cole, ya tiene 7 años, y tiene el gran sueño de ser como su papá.
Payne habló sobre su fortuna en una entrevista para el podcast Impaulsive hace tiempo y dejó claro que deseaba que todo pasara a manos de su hijo. “Mi vida ahora es suya, mi dinero es suyo”, dijo.
Además, también creó varias empresas que podrán ser gestionadas por su hijo cuando sea mayor de edad, y que él decida si continuar con ellas o venderlas. Dentro de su fortuna también están sus propiedades inmobiliarias, pues tenía dos impresionantes mansiones, una en Malibú, California, de 10 millones de dólares, y otra en Surrey, Inglaterra.