Según un estudio realizado en China con monos, la metformina podría ralentizar el envejecimiento del cerebro y, potencialmente, prolongar el tiempo que pasamos con buena salud. Aunque estos resultados aún no han sido confirmados en humanos, abren una nueva ventana de posibilidades sobre los usos de este medicamento, ampliamente accesible y asequible.
Recordemos que la metformina ha sido un pilar fundamental en el tratamiento de la diabetes tipo 2, ayudando a millones de personas a reducir sus niveles de glucosa en sangre de manera efectiva. Desde su incorporación a la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), su eficacia y seguridad han sido respaldadas por décadas de uso clínico.
Versatilidad
Este fármaco podría ser más versátil de lo que se pensaba inicialmente. En los últimos años, se ha comenzado a estudiar su potencial para otros fines, como la pérdida de peso y el tratamiento del síndrome de ovario poliquístico (SOP), una afección que afecta a muchas mujeres y que puede causar infertilidad. Estos estudios han arrojado resultados prometedores, aunque con efectos moderados en términos de pérdida de peso.
Más allá de sus usos conocidos, los investigadores han estado explorando un aspecto aún más intrigante: la posibilidad de que la metformina pueda influir en el envejecimiento, no solo del cuerpo, sino también del cerebro. Algunas investigaciones preliminares han sugerido que la metformina podría ayudar a reducir la inflamación, un factor clave en muchas enfermedades crónicas relacionadas con la edad, como el Alzheimer y otras formas de deterioro cognitivo.
El estudio que pone a prueba el envejecimiento
El nuevo estudio, publicado en la prestigiosa revista científica Cell, representa un avance significativo en esta línea de investigación: los científicos realizaron un experimento con monos macacos cangrejeros (Macaca fascicularis), un tipo de primate cuya biología es lo suficientemente cercana a la humana como para ofrecer pistas valiosas sobre cómo podría funcionar el medicamento en nosotros.
Durante 40 meses, los investigadores administraron metformina a 12 monos adultos mayores y luego compararon su estado de salud con dos grupos de control: uno formado por 16 monos mayores que no recibieron el fármaco y otro con 18 monos jóvenes o de mediana edad. Para evaluar los efectos del tratamiento, se realizaron diversas pruebas que incluyeron escáneres cerebrales y análisis detallados de distintos órganos, como el hígado y el cerebro, dos áreas clave donde el envejecimiento suele causar estragos.
Los resultados fueron notables: los monos que recibieron metformina mostraron signos de envejecimiento más lento, especialmente en el cerebro. De acuerdo con los cálculos del equipo de investigadores, el tratamiento logró rejuvenecer los cerebros de estos monos en aproximadamente seis años, lo que en humanos podría traducirse en unos 18 años menos de envejecimiento cerebral. Es decir, el cerebro de una persona de 70 años que use metformina podría tener la agilidad mental de una persona de 50.
¿Qué significa esto para los humanos?
Este estudio es el primero en demostrar directamente los posibles efectos antienvejecimiento de la metformina en primates, lo cual es un gran paso en la investigación. Sin embargo, es importante recordar que, aunque los monos son genéticamente cercanos a los humanos, siguen habiendo diferencias biológicas significativas. Eso significa que no podemos asumir que los resultados observados en estos animales se replicarán exactamente en las personas.
A pesar de esto, el estudio ofrece razones suficientes para seguir investigando, y es probable que el interés en los efectos de la metformina sobre el envejecimiento continúe creciendo. De hecho, los investigadores chinos ya han comenzado a colaborar con la farmacéutica Merck para llevar a cabo un ensayo clínico en humanos. En esta fase II del estudio, se evaluará el impacto de la metformina en 120 personas, con el fin de determinar si los efectos observados en los monos también pueden manifestarse en los humanos.
Metformina y la lucha contra el covid-19
Pero los beneficios de la metformina no se detienen en el envejecimiento cerebral. Este mismo mes, otro estudio arrojó resultados alentadores relacionados con el uso de la metformina durante la pandemia de covid-19. Investigadores financiados por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) encontraron que las personas que tomaban metformina para controlar su diabetes tipo 2 tenían menos probabilidades de morir a causa del covid-19 o de desarrollar “covid prolongado” en comparación con aquellos que tomaban otros medicamentos para la diabetes.
Este descubrimiento refuerza la idea de que la metformina podría tener propiedades más allá del control del azúcar en sangre. Al parecer, su capacidad para reducir la inflamación sistémica podría desempeñar un papel clave en la mitigación de los efectos graves de enfermedades como el covid-19, así como en la mejora general de la salud.
¿Un aliado contra el envejecimiento?
A medida que la investigación avanza, la metformina podría convertirse en una herramienta clave en la lucha contra el envejecimiento. Aunque aún es temprano para confirmar su potencial, este fármaco ampliamente disponible podría allanar el camino para futuras terapias dirigidas a mejorar no solo la longevidad, sino también la calidad de vida en la vejez.
Si bien la metformina no promete hacernos vivir más años, lo que sugiere es que podría ayudarnos a vivir mejor durante más tiempo, al mantener nuestras mentes y cuerpos más jóvenes y saludables. Este concepto, conocido como “healthspan”, es cada vez más relevante en un mundo donde la esperanza de vida sigue aumentando, pero donde muchas personas pasan sus últimos años con enfermedades crónicas y deterioro físico o mental.