Un altar del dios del Inframundo fabricado hace 1.500 años fue hallado por arqueólogos en un monte oculto de México

Entre los restos se aprecia una escultura con cuernos y garras. ¿Eres tu Belcebú?

Un equipo de investigadores y arqueólogos se aventuraron en una complicada expedición hacia uno de los cerros ocultos del pueblo Santa Cruz Huehuepiaxtla, en el estado de Puebla México, para intentar encontrar restos de las antiguas civilizaciones del lugar. Encontraron diferentes objetos que muestran cómo vivían las culturas prehispánicas del lugar, con la sorpresa de hallar un altar para venerar al dios del Inframundo.

Los integrantes de esta expedición accedieron a un lugar que se llama Cerro de la Peña. En la cima, ubicada a 1.845 metros de altura sobre el nivel del mar, está el Centro Arqueológico que guarda secretos de cómo vivían los antiguos pobladores desde hace siglos en esa región.

En la entrada de la cima hay dos torres, una señal de que en lo más alto de este cerro se hacían rituales paganos para enaltecer al dios del Inframundo.

Una de las escultura encontradas tiene una imagen grabada de lo que parece una persona. Tiene cuernos, garras y taparrabo, una representación que llamó la atención de los arqueólogos ya que los análisis indican que estos objetos son del año 500 d.C, es decir de hace más de 1500 años.

Una zona ceremonial

Es posible que la cima de este cerro era lo que usaban como el sitio de las ceremonias y rituales para venerar a sus dioses, ya que no hay vestigios de que aquí habían viviendas. Entonces, una de las teorías es que los gobernantes de los pueblos prehispánicos subían para realizar estas prácticas espiritistas.

Además, otros análisis científicos determinan que en el lugar hay alrededor de siete pirámides y un juego de pelota, práctica muy relacionada a las culturas mayas y aztecas.

Cuando llegamos a la cima podemos observar la zona ceremonial, es decir, donde se ubicaron los templos y palacios de gobernantes”, dijo José Alfredo Arellanes, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a EFE, según reseña de Infobae.

Para poder acceder a los casi 2.000 metros que les mencionamos hay dos vías: una es escalando y la otra es haciendo senderismo (trekking) por un camino de casi dos horas y media. Los investigadores eligieron la segunda opción y en el recorrido se encontraron con artefactos como cerámicas o vasijas

Las imágenes que encontraron talladas en los muros indican que estas culturas eran de las tribus teotihuacana y zapoteca

“Se puede apreciar tanto en la ladera norte, noreste y la cima lo que son inscripciones, esas inscripciones son de la escritura ñiuñe Ñiuñe en mixteco se traduce como caliente o tierra caliente y es un estilo único”, dijo el arqueólogo.

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