En día 20 de junio a las 20h50 hora universal (16:50 EDT), tuvo un evento celestial importante, pues con este fenómeno se marca el comienzo del verano astronómico en el hemisferio norte y del invierno en el hemisferio sur. Este día también es conocido como el día más largo en el norte del mundo y el más corto en el sur, siendo una consecuencia directa de la inclinación del eje de la Tierra.
Los astrónomos destacan la posición del planeta, pues se encuentra inclinado en un ángulo de 23,5 grados con respecto a su órbita alrededor del Sol. La teoría cree que esta inclinación, es el resultado de un impacto colosal con un asteroide hace miles de millones de años, hace que la duración de los días varíe a lo largo del año.
El medio de la National Geographic afirma que a medida que el tercer planeta recorre su trayectoria orbital, las diversas regiones se exponen a cantidades variable de luz solar.
Desde 1796 este solsticio es el más temprano registrado
Una de las manifestaciones más llamativas del solsticio se produce en los polos. En este día, el Sol no se pondrá en el Polo Norte, sino que permanecerá visible durante 24 horas, lo que se conoce como Sol de Medianoche.
En el extremo opuesto del planeta, el Polo Sur experimenta un fenómeno completamente distinto: la noche polar. Mientras el hemisferio norte disfruta del día más largo del año, el Sol se esconde por completo en el Polo Sur, sumergiendo la región en 24 horas de oscuridad ininterrumpida.
La revista Hola destaca que este año 2024, el solsticio de verano fue especialmente notable por su momento exacto: a las 20:50 hora universal, convirtiéndose en el más temprano desde 1796. Este fenómeno, aunque ocurre todos los años, varía ligeramente en su fecha y hora debido a la compleja interacción entre la órbita de la Tierra y su movimiento de rotación.
Diversos factores contribuyen a estas variaciones: el ligero tambaleo en la rotación terrestre, conocido como precesión axial, las influencias gravitacionales de la Luna y otros planetas, entre otros, influyen en la posición exacta de la Tierra en su órbita y, por lo tanto, en la fecha y hora del solsticio.
¿Por qué es tan importante los solsticio?
Desde tiempos inmemoriales, el solsticio ha cautivado a las civilizaciones, inspirando la construcción de estructuras colosales alineadas con el sol. Stonehenge en Inglaterra y las pirámides de Egipto son solo dos ejemplos de este profundo respeto por el evento celestial que marcaba los tiempos de siembra y cosecha, pilares fundamentales de las sociedades agrícolas.
Más allá de su función práctica, el solsticio también adquirió un profundo significado cultural y espiritual. En la época contemporánea, este evento sigue siendo motivo de celebración en diversas partes del mundo. En Escandinavia, el solsticio de verano se festeja con bailes, banquetes y hogueras que iluminan la noche, mientras que las culturas indígenas de América del Norte honran la ocasión con ceremonias y tradiciones ancestrales.
Estas celebraciones son un recordatorio de la profunda conexión que el ser humano ha mantenido con el cosmos a lo largo de la historia. El solsticio, con su majestuosidad y poder, ha inspirado a las civilizaciones a construir monumentos, celebrar rituales y transmitir conocimientos de generación en generación.
Algunas tradiciones se mantienen vivas
Para muchas culturas modernas, los solsticios y los equinoccios ya no son tan importantes.
Las únicas personas que “realmente prestan atención a lo que ocurre en el exterior de forma regular son los neopaganos y los agricultores, al menos en Estados Unidos, porque es importante para las estaciones de cultivo y de cosecha”, explica Jarita Holbrook, una exastrónoma cultural de la Universidad de Arizona, en Tucson.
“El calendario era muy importante, mucho más de lo que lo es ahora”, afirma también Ricky Patterson, un astrónomo de la universidad de Virginia. “La gente quería saber qué era lo que iba a pasar, para poder estar preparados”.
Pero en la actualidad, somos una cultura mucho más de interiores, por lo que tenemos menos conexión con el cielo.
Hammergreen sostiene que no le parece algo negativo que la importancia de los solsticios haya decaído en la sociedad moderna.
“Las culturas antiguas y algunas religiones modernas prestan mucha atención a algunos alineamientos naturales, y hay mucho misticismo y poderes sobrenaturales unidos a esto”, afirma Hammergreen, reseñó National Geographic.