Segun los documentos judiciales revisados por el diario NY Post, una esteticista de Missouri, Estados Unidos, llamada Michelle Y. Peters fue detenida por presuntamente colocar herbicida en la bebida de su esposo como venganza por valorar la fiesta de su 50 aniversario.
Michelle, es una mujer de 47 años de Lisboa, que actualemente se encuentra recluida bajo los cargos de agresión en primer grado y conducta criminal armada de acuerdo a los informes oficiales.
Como es el procedimiento correspondiente se le realizó un interrogatorio, en donde la mujer manifestó su deseo de escarmentar a su marido por no estimar la celebración que ella se esmeró por organizar para él.
El cónyuge de Peters, cuya identidad es reservada en los oficios, notificó a la Oficina del Sheriff del Condado de Laclede ese mismo día que intuía que su pareja le estaba suministrando veneno, según consta en la declaración jurada de causa probable.
El pasado 1 de mayo, el hombre advirtió que el refresco de dos litros que solía tomar regularmente “tenía un sabor extraño”, esta bebida la guardaba en el refrigerador del garaje de la pareja, reportó la policía.
Aunque al principio trató de ignorar el sabor “particular” tomando su refresco regularmente. Unas semanas más tarde, empezó con malestar y dolor en su garganta acompañado con náuseas, diarrea y vómitos, fue la versión de esposo.
En un intento por frustrar el presunto envenenamiento por parte de su esposa, el hombre decidió modificar sus hábitos de consumo, colocando botellas nuevas de refresco sin manipular en el refrigerador. Esperaba que este cambio disuadiera a Michelle de seguir mezclando herbicida en sus bebidas. Según su relato, la botella original de Roundup estaba a punto de agotarse y la nueva ya estaba lista para ser utilizada.
Al mencionar su malestar, el esposo de Peters recibió una respuesta inesperada de su esposa. Ella sugirió que sus síntomas podrían deberse al covid-19 y le recomendó mantener distancia de sus nietos, según consta en los registros judiciales.
Las dudas sobre las intenciones de su esposa atormentaban al Sr. Peters. No sabía si ella le estaba siendo infiel o si planeaba eliminarlo para cobrar su póliza de seguro de vida de medio millón de dólares. Además, le llamó la atención la drástica reducción de las transferencias de dinero desde una cuenta comercial a su cuenta personal, lo que alimentaba sus sospechas.
Decidido a descubrir la verdad, el Sr. Peters instaló una cámara en el garaje para vigilar de cerca los movimientos de su esposa, especialmente en el área donde se almacenaban los productos químicos. El domingo por la tarde, mientras observaba las imágenes en vivo, presenció un hecho que lo alarmó: su esposa manipulaba el refresco junto a una botella de insecticida. En ese momento, el Sr. Peters creía que la botella actual de la gaseosa estaba vacía.
En marzo, Peters compartió nuevamente un gráfico que instaba a las parejas a reflexionar sobre acciones que podrían tomar para “lograr unidad en todas sus relaciones”, según informa el NY Post.
