De a poco ha quedado claro que la herramienta de inteligencia artificial (IA) permitirá al ser humano el escalar en sus conocimientos, así como la ejecución de tareas de una manera más optima.
El uso que se le brinde, según el área de interés, es variado. Por ejemplo, existen personas que se “ahorran” el acudir a una terapia psicológica para poder obtener información sobre su relación de pareja.
Recientemente se conoció que una fémina optó por compartir los chats que mantenía con su pareja para identificar las conocidas red flags/alertas de una relación. En la grabación se ve cómo solicita que la IA actué como un coach de relaciones.
Las red flags que encontró
Comunicación inconsistente: se observa que en algunas ocasiones hay falta de repuesta o mensajes eliminados, lo cual puede indicar falta de transparencia o comunicación poco clara.
Inseguridad y desconfianza: se menciona dudas y problemas de confianza, como la necesidad de rastrear o verificar la actividad en redes sociales.
Problemas de comunicación: dificultad para expresar claramente los sentimientos y necesidades, lo que puede generar malentendidos y conflictos de relación.
Control y celos: se busca controlar o monitorear la actividad de la otra apersona, la cual puede ser una señal de celos o falta de confianza.
Falta de apoyo emocional: a pesar de expresar afecto, en algunas conversaciones se percibe una falta de apoyo emocional genuino y comprensión hacia las necesidades y emociones de la pareja.
En síntesis, la inteligencia artificial le indicó que múltiples discrepancias que podrían desencadenar su ruptura por carencia de comunicación. El acto provocó que múltiple usuarios cuestionen la capacidad de una personas para tomar decisiones sin la ayuda de una herramienta que no está completamente capacitada para aconsejar a un ser humano.