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Joven reveló que la infidelidad de su pareja le llevó a contraer una enfermedad de transmisión sexual

La joven narra los hechos que precedieron al lamentable descubrimiento que le dio un giro a su vida.

La mujer cuenta que en el verano de 2016 estaba entrando a sexto año de medicina en Concepción. Había pasado sus estudios de ginecología recién, entonces venía con información fresca sobre las enfermedades de transmisión sexual (ETS).

“Pero además de eso, siempre fui muy preocupada de mi salud en general: todos los años me hago exámenes de sangre, consulta dental y sobre todo, me hacía el PAP religiosamente en diciembre”, narra al diario La Tercera de Chile.

Aseguró que había vuelto a una relación en la que un año antes, le fueron infiel con muchas mujeres. Terminó con su pareja por cuatro meses, y se reencontraron porque él volvió a buscarla.

Hizo méritos, habló con toda su familia, les dijo a todos que iba a cambiar, que iba a entrar a terapia. Ella por su lado, lo intentó, aunque se sentía insegura.

Sin embargo, los meses pasaron, y ese verano, ella quedó seleccionada para hacer una pasantía sobre cirugía en Francia. Se fue en enero tranquila, pues el mes antes, ya me había hecho su PAP como todos los años, y todo indicaba que podía irse a estudiar en paz.

“Fueron sólo tres meses de relación a distancia, pero cuando volví, me di cuenta de que él había vuelto a tener las mismas prácticas de antes: daba vuelta el celular cuando estábamos juntos, salía de fiesta y desaparecía toda la noche, o aparecían mujeres en sus redes sociales que yo nunca había escuchado que eran sus amigas”, aseguró.

Ella no estaba dispuesta a pasar por esto de nuevo, y terminó. A las dos semanas, él empezó a salir con otra mujer. Naturalmente a ella le dio muchísima pena, pero de ahí en adelante no volvió a pasar nada entre los dos.

Seis meses después, se enteró que esa relación había empezado mientras estaba con ella. Pensó que quizás esa no había sido la única infidelidad; quizás cuántas veces estuvo con otras mujeres al mismo tiempo que con ella.

Y no sólo eso, pensó también –quizás por estar leyendo siempre sobre el tema– en todas las posibles enfermedades que podría haber contraído producto de su promiscuidad.

Entonces ella adelantó su PAP para octubre y salió atípico, lo que significa que había que seguir estudiando. Se lo repetió a los seis meses, y volvió a salir mal.

Tuve que hacersee una ‘Colposcopia’, un examen que consiste en mirar el cuello uterino con una lupa de mucho aumento para encontrar donde está la lesión que detectó el PAP, y tomar en esa zona una biopsia. Cuando llegaron los resultados, le salió que tenía un NIE 3 de alto grado, la etapa previa –y más peligrosa– al cáncer Cervicouterino. A esta lesión sólo le faltaba traspasar una capa para ser cáncer.

“Él había sido mi única pareja sexual durante esos años, un amigo en común me había confirmado la infidelidad, por todo eso, sólo podía pensar que era obvio que me había contagiado él. Después de todo lo que había sufrido en esa relación, ahora tenía una enfermedad de transmisión sexual que no había podido prevenir”, agregó.

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