El pasado 11 de junio se viralizó el supuesto video de una cámara de seguridad donde un aparente extraterrestre está en las inmediaciones de una vivienda en Texas, Estados Unidos. La figura, con rasgos humanoides, despertó las teorías sobre la vida alienígena y las repercusiones para la humanidad.
¿Reaccionaríamos bien o mal?
Un estudio realizado por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés) tacha que no todo sería “color de rosa” al descubrir vida fuera de nuestro planeta. Michael Varnum, de la Universidad Estatal de Arizona, afirmó que si un ejército hostil apareciera cerca de Júpiter no estaríamos muy contentos.
En una entrevista con National Geographic, Varnum aclaró que se realizó un estudio y análisis del lenguaje en noticias sobre descubrimientos en otros planetas para medir la interacción/reacción de los humanos.
Respecto al hallazgo de exoplanetas o vida microbiana, las palabras que se usaron como reacción fueron más positivas que negativas. No obstante, el psicólogo Doug Vakoch – trabaja elaborando comunicados interestelares con el proyecto METI – aclaró que las constantes noticias de hallazgos conlleva a la idea que la vida existente distribuida en el universo sea más plausible.
Pero, Vakoch como otros expertos reconocen que hay años luz de diferencia entre reconocer la presencia de microbios inofensivos en el planeta más cecano a enfrentarnos a una raza extraterrestre avanzada y tecnológica.
La antropóloga Kathrym Denning de la Universidad de Nueva York agrega que el estudio de la Universidad de Arizona es limitado por no atravesar las fronteras de Estados Unidos.
Uno de los grandes cambios se observaría en la religión, la cual no podría sobrevivir ante la llegada de los extraterrestres. En otras palabras, no llegaríamos a un caso global como nos pintan las películas de ciencia ficción pero si repercutirá nuestro análisis como humanidad y la función que cumpliremos.