El caso de un perrito que fue quemado vivo en Tecámac hace unos días sigue causando indignación. El animalito murió luego de que un hombre, presuntamente en estado de ebriedad, entró a una carnicería para amenazar y extorsionar a los dueños y al salir del lugar, lo arrojó a un cazo con aceite hirviendo que tenían ahí.
Los hechos ocurrieron en la calle Benito Juárez, en la colonia San Pablo Tecamachalco en el municipio de Tecámac, Estado de México. Las personas que lograron sacar al perrito del cazo optaron por abandonarlo en un lote baldío de la comunidad pues no había veterinarios que se hicieran cargo.
La asociación protectora de animales Peluditos Desamparados acudió a la comunidad para tratar de brindarle ayuda al can después de que fue abandonado en un lote baldío ubicado atrás de la carnicería donde sucedió la tragedia.
Benito, como lo bautizaron en redes sociales tenía 8 meses. Su nombre real era Scooby y fue adoptado por un niño de 11 años que le dio refugio y cariño mientras lo tuvo.
Cuando los policías pertenecientes al cuadrante donde se encuentra el establecimiento llegaron, el propietario les contó que un hombre se presentó de forma agresiva, alcoholizado y con un arma de fuego a amenazarlo y cometer el horroroso acto. Señaló que se retiró a bordo de un automóvil Volkswagen, tipo Pointer, color blanco.
El sujeto fue detenido e identificado como Sergio “N”, un ex policía de la Ciudad de México, confirmó la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). “Esta Secretaría informa que formó parte de la institución, sin embargo, desde el momento que fue identificado y que se giró una orden de aprehensión en su contra por parte de la FGJ-EDOMEX, fue suspendido inmediatamente”, indicó la dependencia en un comunicado.
Niño dueño de Scooby da su desgarrador testimonio
“Escuché un grito y lo vi, nada pude hacer por salvar a mi perro, me regresé a mi casa a decirle a mi mamá”, comentó Roberto, de 11 años de edad.
“Yo creo que ese señor está loco, no sé por qué lo hizo, si ese perro era inocente. Extraño mucho a mi perro, extraño mucho a Scooby” agregó.
En entrevista con El Universal Lucía, madre del menor, contó que ese día mandó a su hijo a la carnicería y fue acompañado de Scooby. Roberto regresó muy agitado y llorando por lo que había sucedido; le explicó que mientras estaba comprando la carne sólo escuchó un chillido del canino y cuando salió lo estaban sacando del cazo y él ya no lo pudo salvar.
“Extraño mucho a mi perro. Yo pido que se haga mucha justicia, que bueno que lo agarraron, le pido mucho a Dios que se haga mucha justicia por un perrito inocente que no tuvo la culpa. Mi niño no puede superar lo que pasó”, declaró Lucía a El Universal.
Según trascendió, Roberto rescató al perrito que porque no veía bien de un ojo y no quería que le pasara nada; fue bien recibido por toda la familia que hoy exige justicia. Mientras tanto, esperan poder recuperar el cuerpo de Scooby para poder enterrarlo ya que sus restos están bajo resguardo de la fiscalía. “Era un buen perro. Lo vamos a extrañar”, puntualizó Lucía.
Justicia para Scooby
Sergio “N” ya fue vinculado a proceso por su presunta responsabilidad en el delito de maltrato animal contra el perrito Scooby, en el Municipio de Tecámac.
Una jueza de control dictaminó que los testimonios que presentaron denunciantes, así como las pruebas, son suficientes para determinar que el imputado es el presunto responsable de ser el autor material del delito de maltrato animal en contra el perrito. Se estableció la prisión preventiva justificada como medida cautelar.
A pesar de que la jueza expresó que el sujeto no merecía ninguna consideración por lo que hizo, la pena que podría recibir causa indignación en redes sociales pues en el Estado de México el Código Penal establece que el que cometa el delito de maltrato animal o cause lesiones dolosas a una especie que no constituya plaga con el propósito de causarle la muerte se le impondrá pena de seis meses a 4 años de prisión y de 150 a 300 días multa.