La llegada de Cristiano Ronaldo y su pareja Georgina Rodríguez a Arabia Saudita no fue de mucho agrado para algunos de sus habitantes, quienes lo percibieron como una falta de respeto a su cultura, pues para nadie es un secreto que ellos tienen costumbre bastante distintas y una de estas incluso es penada en ese país.
La ley islámica (la Sharia) prohíbe que las mujeres vivan bajo el mismo techo con un nombre que no sea su esposo, y vale recordar que Cristiano y Georgina, a pesar de que tienen dos hijas juntos, no se han casado. Eso enfureció a las mujeres árabes, pero el mismo Gobierno se hizo de la “vista gorda” y no objetó tan situación.
Para vivir en Riad, Georgina tuvo que cambiar alguno aspectos de su rutina, pues deberá llevar prensa de vestir discretos, es por esto que el día de la presentación de su amado ante el Al Nassr, la influencer se lució con un clásico jean hasta la cintura con de bota acampanada y una blusa magna larga y cuello de tortuga, que acompañó con un tradicional abaya confeccionada en terciopelo de color granate.
Ella ha sabido adaptarse en su estadía en el Medio Oriente, aunque es una mujer que si bien le gusta llevar ropa ajustada, no es de las que exhibe constante su cuerpo, como suelen hacer otras personalidades.
“Es una pena ver algo así en Arabia”
El Instagram de la empresaria se llenó de seguidoras árabes, quienes le han mostrado su cariño, pero también la han lapidado porque atenta contra sus costumbres. A inicio de año la criticaron por escribir un versículo de la biblia para presumir su costoso look.
Y ahora este lunes 8 de mayo sumó otro escándalo: publicó en su cuenta varias fotos en la que posa con un diminuto bikini de dos piezas que deja ver toda su escultural figura. En las gráficas se aprecia que ella está al borde de una piscina en lo que parece ser su casa.
Sin embargo esto no fue bien recibido por las locales, quienes en su idioma le dejaron varios mensajitos de repudio en la cada de comentarios: “Es una pena ver algo así en Arabia”, “El peor anuncio para la entrada del país más puro de la tierra”, “¡Qué vergüenza lo que está pasando en Arabia Saudita!”, “Yuleh respeta el lugar donde estás” y “Los saudíes están enojados”, fueron algunos de las manifestaciones de molestia.
Aunque también recibió respaldo de otras habitantes: “No es una vergüenza darse un baño en una piscina en bikini en su propia casa”, “Esa mujer está en su casa. Ella es libre de hacer lo que quiera y, además, es extranjera”, “primero que no es musulmana 👍🏻 en segundo lugar se está tomando fotos en su casa no en un lugar público 👍 por último y no menos importante .. Nadie te obligó a seguir su cuenta personal 👍🏻”.
Hasta ahora la influencer no se ha manifestado en sus redes sociales sobre esto, aunque queda claro que ella sabía el revuelo que iban a causar esas imágenes