En la sociedad se comprende a la infidelidad como a las relaciones afectuosas del tipo romántico, a corto o largo plazo, establecidas con personas distintas del vínculo oficial que a menudo se mantienen en secreto por considerarse como una amenaza a la institución familiar.
Por eso se comprende a un infiel como un individuo que habitualmente quebranta las normas básicas en las que se basa una relación de pareja. Bien sea por deseos hacia otra persona, porque se siente sumergido en una monotonía o falta de nuevas sensaciones en su propia relación.
La infidelidad puede ser de tipo física, emocional o ambas. La primera hace referencia a mantener relaciones sexuales con alguien que no es tu pareja. La segunda se refiere a tener una conexión íntima con alguien que no es tu pareja.
¿Se puede recobrar la confianza en la relación?
Expertos consideran que la infidelidad no significa el fin de una relación. Aunque suene loco existe una manera de recuperar ese vínculo que recobrar la confianza en la pareja.
¿Cómo hacerlo?
Aunque la herida sea profunda, y la persona que sufrió la infidelidad se sienta fatal, traicionado, o enfadado; la clave estaría en superar esos episodios. ¿Aceptar los cachos? No sino, lo siguiente: aceptar tus emociones, comunicación abierta y honesta, establecer límites, dar tiempo, fomentar la transparencia, conectar con el perdón. ¿Difícil? La decisión queda a criterio personal.