Si no solías darle atención a las monedas de dólar, podemos asegurarte que eso va a cambiar a partir de ahora. Aunque parezca increíble de creer, existen coleccionistas capaces de dar hasta 90 mil dólares, por piezas realmente particulares, aunque el valor real de estas sea poco.
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En este caso, te enseñaremos a identificar la característica madre que podría cambiar tu suerte del cielo a la tierra. Ahora, cada que llegue a tus manos una moneda de dólar debes percatarte de si la misma posee todos los grabados y sellos correspondientes a su impresión, la ausencia de uno de estos puede llegar a hacerte millonario.
Lo que solías utilizar para dar cambio, para las máquinas dispensadoras, o incluso dejar tirado, puede tener toda una historia oculta y aquí te lo contaremos.
El capítulo de esta reliquia comienza en el siglo XIX, cuando el Congreso estadounidense ordenó a la Casa de la Moneda la creación de dos monedas especiales hechas a base de oro.
De allí se acuñaron las monedas que hoy se conocen como la Liberty Head Gold Dollar y la Gold Coronet Head Double Eagle, con valores de uno y 20 dólares, pero el verdadero detalles detrás de estas no está en el material con qué se hicieron sino más bien en lo que faltó.
James B. Longacre fue el nombre del diseñador y grabador de estas creaciones, y como todo genio, impuso su propio sello, a cada uno de sus trabajos, a los cuales agregaba una letra “L” debajo de la figura que estaba en la cara frontal.
Sin embargo, en un primer tiraje omitió agregar esta característica que hizo pasar a la historia de las más buscadas a esta colección de monedas, y lo que en un primer se pensó era un error, hoy vale 90 mil dólares.