La inteligencia artificial es mucho más que imágenes de dinosaurios o estéticamente atractivas, el desarrollo de esta herramienta llegará en poco años al punto de ser la fiel compañera/o de los humanos que cada día son más individualistas y solitarios. La película Her, estrenada en 2013, pinta este futuro y no suena tan bien como parece.
Con la llegada de la IA el ser humano encontrará en ella un espacio para dialogar o expresarse en cualesquier momento o lugar, aunque perderá esa interacción e imperfección que le ofrecen otros humanos. Este escenario es el que vive Theodore (Joaquín Phoenix) cuando atraviesa un proceso de divorcio.
Debido a su rutinario trabajo y vida, el protagonista opta por acceder a un sistema operativo llamado Samantha (Scarlett Johansson) para, así, hacer su vida más llevadera y acelerar su ruptura con su expareja.
La película nos ofrece en primer punto la complejidad de las relaciones y la soledad en un tiempo futuro donde las máquinas están cada vez más humanizadas. En otras palabras, el aislamiento en tiempo de hiperconexión.
Aunque la cinta se estrenó 10 años atrás, nos muestra lo que pasa en el futuro con la raza humana que cada vez pasa más pegada a sus dispositivos electrónicos y redes sociales; prácticamente vivimos a través de una pantalla y filtros.
Con el crecimiento de la inteligencia artificial no solo algunos oficios comenzarán a ser innecesarios (debido que la IA no conoce de horario laboral o descanso) también podrá llegar a reemplazar a la compañía humana.
Trama de Her
La cinta mezcla la ciencia ficción con el género romántico y se estrenó en año 2013. Está protagonizada por Joaquin Phoenix, quien interpreta a un hombre que está a punto de divorciarse y encuentra de nuevo el amor en un sistema operativo.
El tema principal de la película gira en torno a las relaciones con los demás y cómo los personajes que aparecen son incapaces de establecer vínculos con sus semejantes.