Diversos son los especialistas que aseguran que el consumo de frutos secos y en especial almendras dan al cuerpo humano diversos beneficios. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que figuran en la lista de los alimentos más recomendables para ejercitar una verdadera dieta saludable junto con las frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, así mismo, el Código Alimentario Español (CAE), los resalta porque incluyen menos del 50 % de agua y poseen un bajo contenido de hidratos de carbono.
Los frutos secos tienen la capacidad de poseer minerales de fácil absorción como potasio, calcio, fósforo, hierro y magnesio. También cuentan con cantidades variables de tiamina, riboflavina y niacina, son ricos en fibra insoluble, vitaminas E y B1, contienen también fitoesteroles y otros componentes fitoquímicos, así lo indica la Fundación Española del Corazón.
Beneficios del consumo de almendras
Las almendras aportan al organismo proteínas vegetales, ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos insaturados y en menor medida hidratos de carbono. También aporta fibra, calcio, fósforo, magnesio, hierro, zinc, potasio, vitamina E, folatos y otras vitaminas como riboflavina, tiamina y niacina.
Su valor calórico es bastante elevado gracias a su contribución de grasas y a la poca cantidad de agua que presentan. El contenido en fibra de la almendra destaca sobre el resto de los frutos secos, por ejemplo, una ración de 25 gramos sin cáscara aporta el 18 por ciento de la ingesta diaria recomendadas de fósforo y el 42 por ciento de la ingesta diaria recomendadas de vitamina E.
Con el consumo regular de las almendras se puede aumentar la función cerebral, de manera que este órgano se mantenga lúcido y activo. El zinc que contiene las almendras mejora el funcionamiento del sistema inmunitario, favorece el crecimiento y equilibra los estados de fatiga o cansancio. Su contenido en selenio y vitamina E combate los radicales libres, y ayuda a prevenir enfermedades degenerativas.
