Verla en escena es ,en definitiva, un espectáculo, la bailarina Lumarie Landrau, quien acompaña actualmente al ´Big Boss´ del reguetón, Daddy Yankee, en su Última Vuelta World Tour, ha tenido igual o hasta más protagonismo que el cantante, en todas sus presentaciones. La puertorriqueña no para de recibir elogios y se ha llevado todas las vistas en las redes sociales.
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Quienes hayan tenido la oportunidad de haber asistido a algunos de los conciertos del intérprete de ´Gasolina´ o quien solo haya ojeado algunos de sus videos durante una de sus presentaciones, sabrá que la bailarina destaca no solo por sus movimientos y su picardía, sino también por su larga melena de trenzas platino, las cuales cobran vida por sí solas cuando la boricua baila.
¿Quién es Lumarie Landrau?
Aunque parezca mentira, quienes la ven en escena quedan con mil interrogantes sobre ella, ¿Quién es? ¿de dónde? si ¿solo se presenta con Daddy Yankee? o si ha tenido debut con otros artistas, por lo que traemos un pequeño resumen de su vida.
Lumarie Landrau, tiene 37 años, de los cuales tiene 20 desempeñando el arte de bailar. La puertorriqueña quien actualmente hace parte del team de Daddy Yankee, ha compartido escenario con artistas mundialmente reconocidos como: Wisin & Yandel, David Bisbal, Paulina Rubio, Chris Brown, Luis Fonsi, Jowell y Randy, entre muchos otros más.
´La morena´ como suele llamarle Daddy Yankee, concedió una entrevista hace algunos años al medio Pressreader y habló de como ha sido obtener el reconocimiento por parte del público y aseguró que para ella ha sido toda una sorpresa el apoyo que ha recibido por parte de la audiencia, en “especial de las mujeres”.
“He recibido demasiados mensajes de mujeres que me dicen ´que perra eres´, ´quiero aprender a moverme como tú´ y eso me ha sorprendido muchísimo”, dijo la boricua al citado medio.
Una de sus presentaciones más recientes tuvo lugar en Ecuador, en los últimos shows de Daddy Yankke. Lumarie publicó una historia en compañía de sus colegas de baile y dijo “Yo creo que sobrevivimos a Quito, se me había olvidado lo difícil que es bailar aquí”.
