El escándalo de Gerad Piqué y su mediático amorío con Clara Chía ha generado malestar en escenarios inimaginables.
Evidentemente ha sido Shakira y sus hijos los principales afectados con la constante presencia de paparazzis frente a su casa, entre otras aspectos de índole emocional.
Sin embargo, el futbolista y la nueva novia no se han salvado de las duras críticas y de las consecuencias de sus acciones, como la inconformidad de los empleados de la empresa de Piqué y hasta la ola de desprestigio que ha sufrido.
Ahora han salido a la luz las quejas de algunos clientes de La Traviesa Tuset, el bar donde Clara Chía trabajaba antes de ser contratada en Kosmos Global Holding y justamente en el lugar donde inició el amorío del que hoy todo el mundo habla.
Aparentemente la presencia de Piqué no era del agrado de algunas de las personas que frecuentaban el sitio, pues según manifestaron el ambiente cambió por completo.
Incluso aseguran que desde todo el revuelo que causó la relación extramarital del defensa del Barcelona con la excamarera del lugar todo se salió de control.
“Desde que va Gerard Piqué el local ha perdido mucho. Ojalá se vaya a vivir a Andorra”, “Desde lo de Piqué es una paranoia ir”, escribieron en el perfil de Google Maps del “más que un ‘cóctel bar”, como se describe al lugar en sus redes sociales.
Según se ha dado a conocer, no es el único lugar de la prestigiosa zona del centro de Barcelona que Gerard Piqué frecuentaba, pues son muchos los lugares de entretenimiento y diversión que se encuentran las cercanías y de los que el futbolista era un cliente habitual, al igual que otros jugadores.
Incluso antes de confirmarse la polémica relación amorosa, la calle de 300 metros que lleva por nombre Tuset se convirtió en un “campo de guerra” en el que se protegía a capa y espada cualquier tipo de información relacionada con el defensa del Barcelona.