Jennifer Johnson, es la diseñadora de vestuario de ‘Blonde’ la nueva serie de Netflix que se estrena este 28 de septiembre y, que relata la vida de la icónica Marilyn Monroe. La diseñadora asegura que recrear los looks más emblemáticos de Monroe fue todo un reto sobre todo “hacer que se vieran lo más reales posibles y no disfraces”.
El vestido de coctel blanco que utilizó Monroe al posar sobre un respiradero del metro en “The Seven Year Itch” fue uno de los más difíciles de crear. Johnson asegura que la técnica de pliegues utilizada en ese vestido ya casi nadie la hace.
Pero al final, el resultado fue exitoso y las tomas que realizaron son de admirar “Fue filmado de manera tan hermosa por Chayse Irvin, nuestro increíble director de fotografía, y Andrew es un visionario”.
A pesar de que ‘Blonde’ es una versión ficticia de la historia de Marilyn Monrore, la diseñadora quería que los vestuarios se desprendieran de la realidad, ya que las piezas que utilizaba la actriz son tan recordadas como ella.
Todo el equipo de vestuario tuvo que crear los atuendos a partir de referencias y fotografías, porque no tuvieron acceso a ninguna pieza original. La única que pudieron ver, tocas y examinar fue un abrigo de la película ‘Niagara’, pero la escena quedó fuera de la serie.
Johnson recurrió a películas, fotografías de un libro que tenía el director Andrew Dominik y un cuadernillo de William Travilla, un diseñador de vestuario que fue responsable de algunos estilos de Monroe en la pantalla grande.
La diseñadora aprendió por el cuadernillo de Travilla que el vestido rosado de “Gentlemen Prefer Blondes” no se movía correctamente cuando Monroe descendía por unas escaleras cantando “Diamonds Are a Girl’s Best Friend”.
El diseñador, en un ataque de pánico de último minuto, buscó un poco de fieltro verde destinado a una mesa de billar de otro departamento y forró el vestido con él. Aunque Johnson no tuvo que usar fieltro de mesa de billar, sí se sintió identificada con los temores de Travilla cuando ella pasó por problemas similares.
Los atuendos de Marilyn Monroe han sido tan importantes en la industria de la moda, que el vestido blanco que utilizó en New York, fue vendido por 4,6 millones de dólares en una subaste en 2011 y una réplica se vendió en 120 mil dólares.