Amy Lee, es conocida por ser la vocalista principal de la banda de rock, Evanescence. En la actualidad, la cantante estadounidense sigue siendo una de las líderes de la banda y la única integrante original del grupo desde su fundación en 1995. Sin embargo, en 2016 inició un proyecto externo a la banda, totalmente diferente a lo que está acostumbrada: canciones para niños.
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El álbum dirigido a un público que no conoce lo gótico y tampoco tiene la edad suficiente para entender las letras profunda de Evanescence, logró hacerlo realidad con la ayuda de su padre y familiares. A sus 40 años y con un hijo, la estrella del rock dejó de lado su look más oscuro para hacer sonreír a los niños con su música.
Lee, que en sus redes sociales luce como una madre dedicada, amorosa y cariñosa, encontró en la música para niños una nueva oportunidad para desempeñar su voz y de llegar a un nuevo mercado. Ya no es la joven que solo cantaba al ritmo de riffs y solos de guitarra con tonalidad sombría y melancólica.
Su padre fue el principal impulso
John Lee, que es un famoso Dj de los años 80, le sugirió a la cantante de rock aprovechar su voz para cantarle a los más pequeños, teniendo como inspiración a su hijo Jack.
“Mi padre siempre me ha hablado sobre hacer algunas canciones infantiles para que Jack las tenga más adelante en su vida”, dijo Lee en una entrevista para la revista ‘Rolling Stone’.
Fue así como la legendaria cantante se juntó con su padre, encargado del ukelele, el dobro y el banjo: Sus hermanas Carrie y Lorie en las voces y su tío Tom, quien tocó la guitarra, el bajo y la armónica, para armar el álbum Dream Too Much.
“Si somos los únicos que lo escuchamos, valió la pena porque significa mucho para nosotros como familia y nos encanta”, expresó en su momento Amy Lee sobre el disco que tiene 12 canciones infantiles.
Con esta producción dejó de ser la personificación de lo gótico y demostró que también tiene un lado romántico, tierno y apto para todo público.