El exlíder del cartel de Medellín, Pablo Escobar trasladaba cocaína desde Colombia hasta Estados Unidos en su avión Curtiss C-46 Commando, de 23 metros en los años 70 y 80. Sin embargo, esta aeronave quedó hundida en el Caribe tras un misterioso aterrizaje forzoso; y es el único resto de aquella época.
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Las operaciones de Escobar y sus aliados fueron responsables de al menos el 89% de cocaína que entraba a EE.UU durante los años 70 y 80.
Por otro lado, se conoció que George Jung, un famoso traficante de marihuana, le había dicho a la periodista Bruce Porter que había conocido a Carlos Lehder (co-fundador del cartel de Medellín) y que este le había dicho que estaba «obsesionado» por ser propietario de una isla y montar un imperio.
La isla de la que hablaba Lehder era Cayo Norman que está ubicada en las Bahamas. Cabe recordar que Lehder lo logró, llegó a Cayo Norman y su nombre se elevó hasta estar en el mapa de Pablo Escobar, quien se encontraba detrás de La Compañía, una organización empresarial que más tarde sería el cartel de Medellín.
El hombre pensaba que para que el negocio de la cocaína alcanzara su verdadero potencial de mercado un avión era necesario.
Años más tarde en 1985, el cartel de Medellín se convirtió en una de las “empresas” más lucrativas de los Estados Unidos, debido a la venta de cocaína. La mayoría de estas operaciones se realizaban desde Cayo Norman, o mejor llamada la Isla de la Cocaína, además de ser el centro de operaciones y escondite de los narcotraficantes.
Lehder eliminó las entradas turísticas de esta isla y la convirtió en un paraíso criminal. Además, a través de sobornos, consiguió que el gobierno de las Bahamas construya una pista de aterrizaje en la isla, protegida por un radar y funcionaría como punto de descanso antes de llegar a Estados Unidos.
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Con el paso del tiempo y el crecimiento del negocio, la Isla de la Cocaína se volvió un territorio propicio para el desenfreno, y Escobar y Lehder incluso se ofrecieron a pagar la deuda externa a cambio de liberar el espacio aéreo.
El único recuerdo de esa época se puede ver claramente hundido en las aguas transparentes de las Bahamas. En 1980 el Curtiss C-46 Commando iba volando con un cargamento de droga pero nunca llegó a Estados Unidos. Nadie sabe exactamente por qué el piloto se vio forzado a realizar un aterrizaje de emergencia, pero el avión terminó varado en las aguas de una de las islas, llamada Gran Exuma.
Hoy, la Isla de la Cocaína dejó de funcionar y este recuerdo de los días de gloria del imperio de Escobar puede ser observado por turistas.