Tecnología

Consejos para dejar de ser “esclavo” del WhatsApp

WhatsApp se ha convertido en la aplicación de mensajería más popular. Millones de personas de todo el mundo prefieren comunicarse a través de ella antes que llamar por teléfono. Esto ha hecho que algunas personas sean «esclavos» de WhatsApp por la cantidad de contactos, chats grupales que tenemos y las numerosas notificaciones que llegan a nuestro móvil por lo cual hay formas de recuperar esa libertad y domar a la aplicación como queramos.

Un sonido acompañado de una vibración y así varias veces al día, tantas que no podemos evitar mirar. La dependencia del móvil es tal que no seremos capaces de hacer nada más hasta que no nos tranquilicemos y veamos a qué se correspondía ese aviso. WhatsApp, por su popularidad y la alta tasa de uso es ya una categoría aparte.

Dile adiós a las confirmaciones. El doble tic azul trae por la calle de la amargura a muchos usuarios porque de alguna manera, nos hace rehenes y nos obliga a actuar. Estamos ante una comunicación no verbal, pero tampoco física. Y la imaginación juega muy malas pasadas. Lo más sensato es desactivar la confirmación de lectura y nos aseguraremos que la confirmación de lectura está desactivada.

¿Podemos vivir sin conocer la última hora de conexión? Otra forma de presión pasiva en WhatsApp es la famosa “última conexión”, un dato que no nos va a aportar nada bueno y que puede ser objeto de múltiples controversias y no solo entre las parejas. Un dato que no aporta nada salvo a los obsesionados con controlar la actividad ajena.

Silenciar grupos y usuarios. Es inevitable que nos metan sin que lo deseemos en los grupos en los que siempre hay varios integrantes que no dudan en dar los buenos días y acostarnos por las noches. Lo más prudente es silenciar esos grupos en los que la información no suele tener relevancia. Algo desagradable para muchos es que algunos contactos se pasen todo el día enviando chistes o material que no nos interesa. E

La opción de Bloquear. Hay que partir de la base que el móvil es algo íntimo para un usuario: lo lleva a todas horas encima y de tal manera puede interrumpirle en momentos de descanso o en los que estamos trabajando en algo importante. Si bien es cierto que la mayoría de los contactos hacen un uso razonable del WhatsApp, algunos, fundamentalmente comerciales de empresas que han dado con nuestro móvil o simplemente gente molesta, no tienen empacho a escribir sin parar a todas horas. Si ese es el caso, ha llegado el momento de bloquear a ese usuario: no podrá ponerse en contacto con nosotros ya, informa El País.

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