Un reciente estudio de expertos de la Universidad de Maguncia (Alemania) logró identificar algunos de estos genes y la manera de alterar su funcionamiento para detener el envejecimiento de los animales examinados.
En concreto, el equipo estudió los genes de una especie de gusanos llamada Caenorhabditis elegans e identificó 30 genes que perjudican a los animales en la vejez, expone ‘New Atlas’. Muchos de estos genes identificados tienen una función particular en común: regular el proceso vital llamado autofagia, que es el mecanismo de reciclaje de las células que elimina la ‘basura celular’ antes de que se acumule y empiece a causar daño.
La autofagia funciona bien en los organismos jóvenes, pero más tarde en la vida, después de la reproducción, se ralentiza y fomenta el envejecimiento. Por lo que ‘apagar’ esta función a cierta edad podría ayudar tanto a mejorar la salud, como a prolongar la vida activa de un organismo.
Precisamente este resultó ser el efecto que se observó en la especie Caenorhabditis elegans. Los investigadores descubrieron que, al desactivar la autofagia en las neuronas de los gusanos, los animales se volvían más sanos y su esperanza de vida aumentó un 50%.
Actualmente los investigadores buscan métodos para aplicar estos resultados a los seres humanos. Estos advierten que el descubrimiento no solo podría mejorar nuestra salud y longevidad, sino también ayudar a combatir las enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer, párkinson y huntington.
Fuente: RT