Salud

La resistencia del VIH a los tratamientos estándar aumenta, según la OMS

Según los datos recogidos por la OMS, entre los seis países que cuentan con datos completos para analizar el nivel de resistencia, Nicaragua es el que presenta la mayor prevalencia, con un 19 % de casos de VIH resistente al tratamiento más habitual.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo hoy que se observa una tendencia al aumento de la resistencia del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), causante del sida, a los tratamientos antirretrovirales estándar, según estudios realizados en un grupo de países de África y Latinoamérica.

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«Esta situación amenaza los progresos globales en el tratamiento y prevención de la infección de VIH si no se toman acciones rápidas y efectivas», señaló el director del departamento de VIH y programa de hepatitis global de la OMS, Gottfried Hirnschall, en rueda de prensa.

 

Hirbschall explicó que la OMS ha recibido datos nacionales de once países que han evaluado de forma específica la resistencia a los antirretrovirales, de los que en seis se ha constatado que más del 10 % de casos presentan este grave problema.

En Latinoamérica, éstos son Argentina, Nicaragua y Guatemala; y en África, Namibia, Uganda y Zimbabue.

El resto de países que presentaron datos fueron México, Brasil, Colombia, Camerún y Birmania, que junto a los seis anteriores son los primero que han realizado tal estudio conforme a los criterios de la OMS.

Hirnschall señaló que con esto «no se pretende «calificar a unos países mejor que ha otros», sobre todo teniendo en cuenta de que hay datos de un número muy reducido de países.

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La utilidad de esta información -agregó- es que la OMS recomienda a los países con una prevalencia de más del 10 % de casos de resistencia «que revisen de manera urgente sus programas de tratamiento de VIH».

Sobre las razones para que el problema de la resistencia sea mayor en unos países que en otros, la experta de la Unidad de Tratamiento y Atención de VIH de la OMS, Silvia Bertagnolio, explicó que únicamente se pueden dar argumentos «especulativos».

Estos pueden relacionarse con la calidad de los servicios, la cobertura de la atención, la tasa de infectados que abandonan el tratamiento o que se medican de manera incorrecta.

Según los datos recogidos por la OMS, entre los seis países que cuentan con datos completos para analizar el nivel de resistencia, Nicaragua es el que presenta la mayor prevalencia, con un 19 % de casos de VIH resistente al tratamiento más habitual.

En Latinoamérica, le sigue Guatemala (13 % de casos) y Argentina (10,9 %).

Para los casos de México, Brasil y Colombia, el informe de la OMS no ofrece datos concluyentes, ya que estos tres países no tomaron datos de los pacientes que abandonaron el tratamiento y lo retomaron luego, «lo que hace más difícil la comparación con los otros países latinoamericanos citados», explicó Hirnschall a Efe.

Asimismo, los expertos señalaron que este listado de países de ninguna manera implica que sean los únicos o más afectados por esta situación, sino que es necesario que otros países repliquen estas evaluaciones nacionales.

La resistencia al VIH se desarrolla cuando el infectado no respeta el plan de tratamiento, en la mayoría de casos porque no tiene acceso a una atención sanitaria apropiada.

Ese virus resistente, a causa de mutaciones que sufre, puede ser transmitido a otras personas.

En esos casos, el nivel de VIH en la sangre se multiplica a menos que se pase a un tratamiento más complejo, que a la vez suele ser mucho más costoso y que en algunos países son escasos.

Las estimaciones más recientes indican que hay 36,7 millones de personas que viven con el VIH en el mundo, de los que 19,5 por ciento tienen acceso a terapias antirretrovirales.

«A la mayoría de estas personas les va bien y el tratamiento consigue contener el virus», señaló Hirnschal.

Por su parte, Bertagnolio explicó que el problema de la resistencia a los tratamientos puede fácilmente llevar a más infecciones y muertes por sida.

«Los modelos matemáticos que se han elaborado muestran que puede haber 135.000 muertes y 105.00 nuevas infecciones adicionales en los próximos cinco años sino se afronta este problema», indicó.

El coste económico se calcula en 650 millones de dólares adicionales en el mismo periodo. EFE

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