El régimen Talibán en Afganistán no lleva ni siquiera una semana en el poder pero sus posturas radicales ya se han evidenciado. El atentado a los derechos humanos que comete esta facción política se enfoca, con mayor rudeza, contra mujeres y niñas.
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La reportera de la cadena CNN, Clarissa Ward, comentó la amenazadora experiencia que mantuvo con talibanes mientras realizaba una cobertura de rutina. La estadounidense se encontraba en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional Hamid Karzai de Kabul.
De un momento a otro la periodista y su equipo se vieron rodeados por una multitud desesperada y aterrorizada de afganos. Estas personas tenían el objetivo de contar su historia y así llamar la atención de Estados unidos para su respectiva ayuda.
Durante la conmoción, talibanes comenzaron a disparar armas de fuego para dispersar a las masas. Además, dos talibanes, usando látigos improvisados, se acercaron a Ward para señalarle que debe cubrirse su rostro.
A pesar de que llevaba un hiyab, uno de los talibanes le amenazó con golpearla si no lo hacía de inmediato. Mientras tanto, el segundo de ellos se acercó hasta el productor y le amedrentó con golpearle con la culata de su rifle si no paraba de grabar con su iPhone.
«He cubierto todo tipo de situaciones locas, pero esto ha sido un caos», comentó la reportera.
Sin embargo, Clarissa Ward aclaró que de no ser por un insurgente que intervino para explicar la situación, su equipo y ella podrían haber salido lastimados.
«Es muy arriesgado, es muy peligroso, es completamente impredecible. No hay orden, no hay un sistema coherente para procesar a las personas «, ha explicado .