La victoria de los talibanes tras dos décadas de guerra en Afganistán desató este lunes el caos en el aeropuerto de Kabul, donde al menos seis personas murieron, mientras miles de personas desesperadas trataban de huir del país abordando los vuelos de repatriación.
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Las oficinas gubernamentales, tiendas y escuelas siguen cerradas en regiones capturadas recientemente por el Talibán, y muchos de los residentes permanecen agazapados o huyen a la capital, Kabul. Pero ya hay indicios de un retorno a la versión estricta del mandato islámico bajo el que vivieron los afganos de 1996 a 2001, cuando Estados Unidos quitó del poder al Talibán tras los atentados del 11 de septiembre de ese año.
<strong>«Hemos alcanzado una victoria que no se esperaba (…) debemos mostrar humildad ante Alá», dijo Akhund, jefe de la oficina política de los talibanes en Cataren un mensaje en vídeo, en lo que supone la primera declaración pública de un líder talibán tras la conquista del país.</strong>
Los militantes talibanes se apoderaron después de que las tropas estadounidenses se retirarán a principios de julio y el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani de Kabul huyera este domingo.
¿Quiénes son los talibanes?
Los talibanes estaban formados por excombatientes de la resistencia afgana con una religión ultraconservadora, que lucharon contra las fuerzas invasoras soviéticas en la década de 1980.
En 1996 hasta el 2001 capturaron Kabul y establecieron reglas extremas como en el caso de las mujeres que debían cubrirse de pies a cabeza sin derecho a estudiar, trabajar o viajar solas.
Aproximadamente seis años después, el 11 de septiembre de 2001, se dio el atentando a las torres gemelas, el ‘World Trade Center’, ataque organizado por el líder de al Qaeda, Osama bin Laden, que operaba desde el interior del Afganistán, lugar controlado por los talibanes.
Semanas después del atentado que dejó miles de víctimas mortales, las fuerzas estadounidenses y aliadas invadieron Afganistán para evitar que los talibanes refugien a Al Qaeda, y que no sea base de operaciones.
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Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, dijo que «Se deben preservar el derecho internacional humanitario y los derechos humanos, especialmente los logros obtenidos con tanto esfuerzo por las mujeres y las niñas».
A pesar que los talibanes han tratado de presentarse como un grupo que quiere un proceso de paz, hay la incertidumbre de volver a las medidas de hace dos décadas que restringían a las mujeres.
Muchos temen que los talibanes revertirán dos décadas de progresos para las mujeres y las minorías étnicas, y que restringirán el trabajo de los periodistas y trabajadores de organizaciones no gubernamentales. Una generación completa de afganos fue educada con la esperanza de construir un Estado moderno y democrático, sueños que parecen haberse esfumado con el avance implacable del Talibán.
El Talibán ha emitido comunicados dirigidos a tranquilizar a los afganos. Ha dicho que no habrá ataques de represalia contra aquellos que trabajaban para el gobierno o sus servicios de seguridad y que se respetará la “vida, la propiedad y el honor”. Está pidiendo a los afganos que permanezcan en el país y ha prometido crear un “entorno seguro” para negocios, embajadas y organizaciones humanitarias locales y extranjeras.