El rápido avance de la variante delta de la covid-19 en EE.UU. está empezando a forzar a las empresas del país a reconsiderar sus planes de vuelta a la normalidad. Llevando a algunas a retrasar ya el regreso a las oficinas y alimentado el debate sobre la posibilidad de exigir a los empleados que se vacunen.
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La pasada semana Apple decidió posponer de septiembre a octubre la reincorporación de los trabajadores a sus puestos, otras grandes compañías han comenzado a exigir nuevamente el uso de mascarillas en sus instalaciones y muchas ciudades sopesan finalmente obligar a los empleados municipales a vacunarse.
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Son por ahora las primeras consecuencias en el mundo empresarial del fuerte aumento de los contagios que se vive en Estados Unidos. Los nuevos casos de coronavirus subieron un 47 % la semana pasada con respecto a la anterior como resultado de la variante delta, que representa ya más del 83 % del total.
Pese a que la economía estadounidense está en medio de una vigorosa recuperación y numerosos sectores operan con cierta normalidad, otros ámbitos como el de las profesiones de cuello blanco siguen muy lejos del funcionamiento prepandemia.
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Según datos de la firma Kastle, que gestiona tarjetas de acceso a las oficinas de decenas de miles de empresas, menos de un 35 % de los empleados están acudiendo a sus puestos en las principales ciudades de EE.UU.
Las diferencias son profundas entre estados, con ciudades como Houston o Dallas (Texas) con porcentajes por encima del 50 % y otras como Nueva York y San Francisco que están por debajo del 25 %.
Las empresas, que en general quieren que sus empleados vuelvan a las oficinas de manera permanente, han marcado en sus calendarios septiembre como fecha clave, un momento en el que se espera que los niños estén de vuelta en las escuelas y que una clara mayoría de la población esté totalmente vacunada.
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Esos planes, sin embargo, comienzan a estar en duda con el desembarco de la variante delta. Apple abrió el camino entre las grandes corporaciones al retrasar al menos un mes la reincorporación y otras se están replanteando ya sus planes, según The New York Times.
«Creo que se va a ver más de eso», aseguraba en una entrevista con el canal CNBC Scott Gottlieb, antiguo jefe de la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, en inglés) y que actualmente se sienta en el consejo de administración de la farmacéutica Pfizer.
Según este experto, hay modelos que muestran que la actual ola de covid-19 podría llegar a su punto más alto a finales de agosto o principios de septiembre, por lo que octubre puede ser un momento más propicio para las empresas que quieran ser prudentes.
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Según los datos más recientes, únicamente el 49 % del total de la población estadounidense está totalmente vacunada, un porcentaje que sube al 60 % si se tiene en cuenta solo a los adultos.
Esa situación, combinada con el aumento de los contagios, ha llevado a que algunas instituciones y compañías empiecen a considerar hacer los pinchazos obligatorios, algo a lo que la mayoría eran hasta ahora reacios.