Laurent Simons, un superdotado niño belga de 11 años, obtuvo su licenciatura en Física en la Universidad de Amberes, con un promedio de nueve sobre diez y en un solo curso, de nueves meses, como se había fijado antes de ingresar a la institución académica de su país.
Simons, cuyo horizonte profesional está en «poder reemplazar tantas partes del cuerpo humano como sea posible con órganos fabricados», inició sus estudios primarios con sólo cuatro años y cursó la educación secundaria a los seis años.
En su etapa universitaria, que inició a los nueve años, obtuvo su licenciatura en Física con un diploma «cum laude» en menos de un año, cuando esta requiere de un mínimo de tres años para terminarse. Y tal como indicó el mismo menor a la agencia neerlandesa de noticias ANP, su preparación académica la continuará en la misma universidad flamenca, donde realizará un máster en Física, del que «ya ha completado incluso algunas asignaturas».
Según informó DW, Simons «no sabe cuánto le llevará terminar su máster en Física, pero asegura que no busca terminarlo lo más pronto posible para batir un récord, sino para ‘lograr su objetivo’, que es ‘poder reemplazar tantas partes del cuerpo como sea posible con órganos fabricados’, su mayor anhelo desde que inició sus estudios».
Pese a su logro académico, lo de Simons no se considera como el récord de edad en una titulación universitaria, ya que en 1994, el estadounidense Michael Kearney se graduó con 10 años en la Universidad de Alabama del Sur, donde realizó sus estudios de Antropología y fue distinguido como el vigente récord Guinness al graduado universitario más joven del mundo.