Ecuador cuenta desde el 5 de junio de 2021 con una política pública a favor del medio ambiente que entre sus prioridades propone el acceso al agua, el desarrollo sostenible y la transición ecológica. Este último concepto, el de transición ecológica, es novedad. Y a continuación detallos de qué se trata.
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Según ha explicado el ministro de Ambiente, Gustavo Manrique Miranda, una transición ecológica es la puesta en marcha de mecanismos que dirijan el camino hacia economías climáticas neutras de una forma equitativa.
En síntesis, el término transición ecológica plantea que, para llegar al desarrollo sostenible, la sociedad en su conjunto y los diferentes sectores (privado-público) tienen que hacer una transición entre el modelo actual a un nuevo modelo precisamente más sostenible.
Le consultamos al ingeniero agrónomo Cristhian Bustamante sobre el concepto de transición ecológica y cómo lo podría aprovechar el Ecuador.
«Es un concepto nuevo, que recientemente países como México y Chile también lo han incluido en sus políticas públicas. Sin embargo, no es un tema exclusivo del sistema público, sino de todo modelo económico que desee desarrollarse de forma sostenible», comparte Bustamante.
Señala como ejemplo que al existir una política de transición ecológica en Ecuador se pueden crear escuelas verdes, sistemas de ecopedagogías, educación ambiental obligatoria, justicia hidrica, ciudades o comunidades sustentables, ecotecnologías, etc.
«Lo que busca esta política es garantizar el manejo responsable del medio ambiente. Y propone que haya una transición de los programas actuales, pero enfocados en sostenibilidad», explica.
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¿Por qué se habla de transición?
El investigador Ernest García explica que en Sociología la palabra “transición” suele aplicarse a cambios sociales y políticos de cierta importancia, no a modi-ficaciones triviales, automáticas, rutinarias o de mero detalle.
«Transición ecológica <strong>sería un eventual proceso de cambios en los sistemas de producción y consumo</strong>, así como en las instituciones sociales y políticas y en las formas de vida y los valores de la población, que llevase de la situación actual, demasiado costosa ambientalmente y llena en consecuencia de riesgos excesivos, a una situación futura ambientalmente sostenible, compatible con la capacidad del planeta para mantener las actividades humanas»,
Pero todo este proceso de cambio, según el experto, «no debe alterar sustancialmente la organización de las actividades económicas ni las formas básicas del sistema político democrático y manteniendo ecosistemas».
El reto para el Ecuador
Según el boletín del Ministerio de Ambiente, este nuevo enfoque conducirá al Ecuador a alcanzar el objetivo de ser carbono neutro al 2050, ubicándose entre los países más innovadores en materia ambiental y comprometidos con el Acuerdo de París.
Además, esta estrategia nacional busca la educción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y un Plan para contribuir en la mitigación y adaptación ante los efectos del cambio climático con un horizonte 2020-2025.
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