Se cumplieron siete días de la suspensión parcial del transporte urbano en Guayaquil y todavía no se ha llegado a un acuerdo entre los transportistas y las autoridades. Los guayaquileños pagan la factura de esta paralización.
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La paralización del servicio inicia al mediodía y perjudica a la mayor parte de los guayaquileños, quienes piden una solución urgente ya que no pueden seguir afrontando los costos de transporte en taxis, furgonetas u otros vehículos particulares.
Desde el anterior viernes, el transporte urbano cumple su recorrido desde las 04:30 hasta el medio día y a partir de esa hora las unidades comienzan a escasear.
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Los transportistas solicitan al gobierno que se eleve el costo del pasaje, de $0.30 a $0.40. Indican que esta alza progresiva en los valores de los combustibles y además del incremento del precio de los repuestos los impide generar ganancias.
Además, tras una reunión entre representantes de varios sectores de transporte, solicitaron al Gobierno «»un congelamiento o focalización de los combustibles».
Por su parte, el Observatorio Ciudadano de Servicios Públicos ha pedido a la Defensoria del Pueblo que impida el incremento del precio del pasaje.
Ante el paro parcial de transporte urbano, la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) de Guayaquil se ha concentrado en 29 sitios de la ciudad para impedir que conductores de furgonetas y taxis cobren excesivamente el servicio prestado.
En Guayaquil, el 70 % de las personas se movilizan en transporte público. Las autoridades municipales han manifestado que este tema debe ser resuelto por el Gobierno Nacional.