Las autoridades sanitarias tunecinas revelaron haber detectado una nueva variante de coronavirus diferente a las variantes registradas. La información se da en medio de un nuevo repunte del número de contagios y tras superar ayer, la barrera de los 10.000 fallecimientos desde el comienzo de la pandemia.
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En declaraciones a la prensa local, el ministro tunecino de Sanidad, Faouzi Mehdi, explicó que esta variante fue localizada en la localidad de Manuba, cerca de la capital, y cuyas muestras serán enviadas a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para determinar su naturaleza y su origen.
Por su parte, el primer ministro, Hichem Mechichi, declaró que los esfuerzos del gobierno están destinados a aumentar el número de plazas UCI. Pero que el problema principal reside en la falta de personal médico especializado por lo que anunció un plan de contratación excepcional.
«El empeño del sector privado sanitario en este batalla contra el coronavirus está todavía por debajo de lo esperado», aseguró Mechichi poco después de recibir su primera dosis de la vacuna en un centro especializado de la capital. Y, pidió a las clínicas privadas implicarse en el «esfuerzo nacional».
El país magrebí registró este jueves 2.200 nuevos casos y 107 víctimas mortales en un pico que comenzó a finales de marzo y cuyo balance oficial asciende a un total de 296.000 contagios y 10.170 fallecidos.
El pasado domingo el Gobierno tunecino endureció de nuevo las restricciones de movimiento y ordenó el cierre de las escuelas hasta el próximo 30 de abril. Además, de imponer la educación a distancia en institutos y universidades para reducir el desplazamiento de personas, restringido ya entre provincias.
Pese a las campañas de sensibilización, tan sólo 1,2 millones de personas se han inscrito en la plataforma digital «EVAX» para ser vacunados de manera voluntaria y gratuita, lo que dificulta el objetivo de las autoridades que pretenden inmunizar al 20% de su población antes del mes de junio. EFE