La India superó este lunes a Brasil como el segundo país con más casos totales de coronavirus, al alcanzar los 13,5 millones tras un nuevo récord diario de casi 169.000 nuevas infecciones, disparando una segunda ola a la que solo se ve una salida con el impulso de una masiva campaña de vacunación.
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En poco tiempo la nación asiática ha visto dispararse los casos desde los menos de 9.000 diarios registrados a principios de febrero, hasta los 168.912 confirmados hoy por el Ministerio de Salud indio, el más alto registrado en el país hasta ahora.
Estos datos indican que la cantidad de personas infectadas en una sola jornada son un 65 por ciento más altos que en septiembre pasado. Esto tras seis meses de pandemia, la nación registró su peor momento con un pico de casi 100.000 casos en 24 horas.
Asimismo, el número de muertes de la última jornada fue de 904, elevando el total de fallecidos hasta los 170.179.
Pese a la experiencia de la primera ola, algunos especialistas consideran que en esta ocasión «se han triplicado los desafíos de personal», dijo a Efe Rajib Dasgupta, presidente del Centro de Medicina Social y Salud Comunitaria de la Universidad Jawaharlal Nehru de Nueva Delhi.
«El año pasado se organizó una respuesta de todo el personal sanitario y no sanitario procedente de diversos departamentos, ahora este personal ha vuelto a sus departamentos al reanudarse todos los servicios», explicó.
Ahora, los sanitarios deben hacer frente a todos los retrasos dentro del sistema de salud provocados por la lucha contra la pandemia. Situación a la que se añade los servicios de vacunación.
«Todo esto ha dejado relativamente menos recursos humanos disponibles para los servicios epidemiológicos clave: prueba, seguimiento y tratamiento. Es probable que afecte a la hora de tratar de controlar la transmisión rápida», consideró el médico.
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LA VACUNACIÓN
La rápida expansión del virus ocurre al tiempo que las autoridades intentan acelerar su masiva campaña de vacunación, dirigida a los mayores de 45 años.
El país superó el sábado un primer hito con la administración de más de 100 millones de dosis en 85 días de vacunación, tras varias iniciativas del gobierno para impulsar la campaña; a pesar de que algunas regiones indias han reportado escasez de viales.
La India fabrica dos antídotos contra la covid. El Covishield, del laboratorio británico-sueco AstraZeneca y la Universidad de Oxford, que se produce gracias a un acuerdo con SII; y la indígena Covaxin, del laboratorio indio Bharat Biotech.
El SII es el mayor fabricante de vacunas del mundo. El instituto indicó la semana pasada que pese a que ha destinado unos 100 millones de vacunas para la India y su capacidad de producción está «al límite», esto sigue siendo insuficiente para la demanda local.
Según datos oficiales, mientras que solo 9 millones de unidades usadas son de Covaxin, más del 90 % de las dosis administradas son de Covishield.
La rusa Sputnik se encuentra en este momento bajo la consideración de los reguladores, para ser manufacturada por la india Dr. Reddy. De ser aprobada, esta sería la tercera vacuna con licencia de uso de emergencia, y un alivio para la demanda doméstica y global.
LA DEMANDA
El Gobierno de la India informó en el Parlamento el pasado mes de marzo que Bharat Biotech ha planeado una producción de 150 millones de dosis de Covaxin por año; y que el SII estima entre 70 y 100 millones mensuales.
Con 12,2 millones de personas vacunadas con las dos dosis requeridas, y una población de 1.350 millones de habitantes, la India se enfrenta a grandes retos en cuanto a la velocidad de la campaña, con un promedio de 4 millones de dosis diarias.
La subida de contagios, y la urgencia por acelerar la campaña de vacunación, preocupa también a las naciones que dependen de los suministros del SII; algunas de las cuales han comenzado a reportar retrasos en las entregas.
Hasta ahora, la India ha exportado un total de 64,7 millones de dosis a 86 países, 18,3 millones de ellos bajo la iniciativas global COVAX.
Pese a que el número de envíos ha declinado en las últimas semanas, la nación conocida como «la farmacia del mundo» por su posición de proveedor global, ha negado que haya restringido las exportaciones de la vacuna.
La India ya ha impuesto limitaciones en la exportación de medicamentos para priorizar la demanda doméstica. Y ayer prohibió la importación del antiviral Remdesivir, usado para tratar pacientes con coronavirus, ante una posible demanda adicional del producto.
Esto es un reto para el país «como proveedor clave de medicamentos y vacunas para el mundo, que debe atender demandas tanto nacionales como internacionales», concluyó Dasgupta.