Obispos católicos han intervenido, durante jornadas de vacunación en Estados Unidos, para disuadir a los miembros de la Iglesia de ponerse la vacuna recientemente aprobada, de solo una dosis de, Johnson & Johnson.
La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, así como al menos otras seis diócesis de todo este país, han publicado declaraciones de “preocupaciones morales” por la vacuna. Según su pronunciamiento, esta farmacéutica usa células cultivadas en laboratorio que desciende de células extraídas del tejido de fetos abortados en la década de 1980.
Los expertos en salud han advertido que los estadounidenses deben recibir la vacuna que se les ofrezca. Además, Johnson & Johnson desmintió a CNN tales aseveraciones.
Antes de la autorización de uso de emergencia de EE.UU. para la vacuna Johnson & Johnson, la oficina doctrinal de la Iglesia católica romana, la Congregación para la Doctrina de la Fe, dijo que «es moralmente aceptable recibir las vacunas contra el covid-19 que han usado líneas celulares de fetos abortados en su proceso de investigación y producción».
En un comunicado a CNN, Johnson & Johnson dijo: “Estamos orgullosos de llevar nuestra vacuna covid-19 al mundo y de contribuir a poner fin a esta pandemia. Nuestra vacuna covid-19 de inyección única utiliza un vector de adenovirus no infeccioso inactivado – similar a un virus del resfriado – que codifica la proteína del «pico» (S) del coronavirus, y no hay tejido fetal en la vacuna”
“Podemos fabricar cientos de millones de dosis utilizando nuestro sistema de línea celular diseñado y esperamos poder administrar esas dosis en todo el mundo y ayudar a satisfacer la necesidad crítica”, finalizó la. Empresa.
La Casa Blanca rechazó la declaración de la Conferencia de Obispos sobre la vacuna de Johnson & Johnson. Por ahora, las declaraciones de los obispos estadounidenses están animando a los católicos a optar por recibir la opción Pfizer / BioNTec o Moderna.
La Arquidiócesis de Nueva Orleans calificó la vacuna de Johnson & Johnson como “moralmente comprometida” en un comunicado la semana pasada, y las diócesis de Baton Rouge, Nueva Orleans y Burlington, Vermont, han emitido declaraciones que expresan su preocupación por la vacuna.