Una posible nueva masacre en Colombia ocurrió este lunes. Los cuerpos de cuatro jóvenes, desaparecidos el pasado fin de semana, aparecieron sin vida en un corregimiento del departamento de Nariño, en el suroeste de ese país, presuntamente asesinados.
Las víctimas fueron identificadas como Yulieth Melliz, Fabio Alejandro Navia, Julián David Ortiz Hoyos y Daniel Felipe Paz, cuatro jóvenes de entre 22 y 30 años del municipio de Patía, en el sur del vecino departamento de Cauca, que habían ido al municipio de Policarpa, en Nariño, para buscar trabajo en el campo.
Los familiares reportaron su desaparición el 29 de enero, cuando se marcharon a Nariño y dejaron de dar señales de vida.
La Alcaldía de Patía confirmó este lunes la muerte de los jóvenes en un comunicado en el que rechazan «los actos de violencia» y aseguran que comenzarán la «investigación oportuna para esclarecer los hechos».
Las autoridades encontraron el automóvil en el que iban las víctimas en un precipicio en la zona rural del Ejido, próximo a Policarpa, pero la hipótesis de accidente ha sido rechazada por habitantes de la zona.
«A los pelados (jóvenes) los asesinaron, les tiraron el vehículo para el abismo y a ellos les dejaron ahí para que se pensara que era un accidente, pero no; ellos tienen impactos de bala», comentó a EFE un vecino de la zona, que pidió el anonimato por las amenazas que sufren por parte de grupos armados la población.
Los jóvenes, al ser de otra comunidad, podrían haber sido asesinados por algún grupo que los considerara desconocidos y por ello sospechosos, según apuntan varias fuentes.