Vivir con miedo por la inseguridad dentro y fuera de las casas se ha convertido en el pan de cada día, basta con ver los ideos que diariamente se viralizan en redes para preguntarse si yo puedo la siguiente víctima de un asalto. Diego Fuentes, exviceministro del Interior, habla sobre la percepción de inseguridad en Quito y cuáles son los ejes para luchar contra la delincuencia.
Inseguridad en Quito
Según el Observatorio de Seguridad en Quito, 7 de cada 10 capitalinos han sido asaltados en algún momento. De estos ciudadanos 6 no han puesto denuncia por varios factores como el miedo de ser expuestos a los delincuentes, por eso es importante reformular y endurecer algunas leyes, sobre todo en los delitos que son menores, y acaban siendo una puerta giratoria. La Fiscalía con la Policía hacen un buen trabaja para capturarlos pero, lamentablemente, por la leyes estos salen nuevamente a delinquir.
¿Cuáles son los ejes en los que se debería trabajar?
Primero una Policía con prevención que no pueda ser dispersada por ningún Gobierno o político de turno para actividades que no sean la seguridad y leyes que garanticen que los uniformados puedan usar las armas sin temor en contra de la delincuencia. Segundo, apostarle a la investigación en la Policía para desarticular las bandas y dar un mensaje claro a la delincuencia. Tres, asignar el presupuesto a la policía para hacer el trabajo y cuarto endurecer ciertas penas para los delitos cotidianos. En el 2016 teníamos aproximadamente 46 mil policías y con 14 mil delitos menos. Hoy existen 56 mil policías pero hay más inseguridad porque la policía está dispersada.
¿Autorización para el uso de armas?
No existe ningún organismo nacional o internacional que avale o recomiende una propuesta tan disparatada y grave como esta porque lo único que se va a lograr es que la cifra de violencia que ya vive el Ecuador acaben acentuándose. No han considerado la tragedia que ha vivido el país con los carnés de discapacitados y eso va a acabar pasando con las armas. Mucha gente que no debe tener un arma, la va a conseguir y el mensaje es uno «sálvese quien pueda», eso no lo podemos permitir. Lo que se debe hacer es volver a reformular una política de la Policía orientada a cuidar a los ciudadanos.
¿Pandemia generó más inseguridad?
Sí porque la inseguridad responde a factores multidimensionales. Para acabar con la delincuencia no solo se necesita más policías, se necesita generar condiciones sociales donde recuperemos los empleos perdidos o logremos procesos para eliminar las brechas sociales de la inequidad, donde logremos procesos que permitan insertar a las personas que están en condición de vulnerabilidad rápidamente a la economía formal y productiva. Sobretodo donde también nosotros tengamos programas de concientización para que la gente se empodere de los espacios públicos. Si no corregimos desde esta visión multidimensional todos estos problemas no vamos a acabar con la inseguridad.
¿Cómo llegará la seguridad al siguiente Gobierno?
Tendrá que tomar medidas rápidas para generar una percepción de seguridad en a ciudadanía porque es fundamental para el desarrollo. Cuando uno recorren los locales de Quito, la gente antes abría hasta más tarde, ahora se cierra rápido por temor. El Gobierno que asuma tiene que tomar medidas rápidas para volcar el esfuerzo de la Policía en la prevención, disuasión del delito, en la investigación de las bandas y la desarticulación. Garantizado los recursos de la Policía y que cuente con las herramientas legales para hacer uso de las armas, sin temor a investigaciones.
Necesitamos que el Gobierno que tome la posta tenga las prioridades claras para volver a la Policía a las calles y fomentar nuevamente una policía preventiva, asignar recursos para investigación y para que la Policía pueda realizar su trabajo y sobretodo impulsar desde la Asamblea leyes que garanticen que los policías pueden garantizar las armas sin temor y acabar con la puerta giratoria y que las leyes se endurezcan de los delitos cotidianos para que no piensen que pueden salir por las mismas.