La noche del 21 de diciembre de 2020, Júpiter y Saturno, los dos gigantes del sistema solar, protagonizarán una conjunción planetaria histórica porque esa alineación no se registraba desde hacía 800 años y no se repetirá hasta 2080. A este fenómeno también se le conoce como la «Estrella de Belén«. El Observatorio Astronómico de Quito ha aclarado cuál de las estrellas del cielo es la de Belén.
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El observatorio indica que responder a dicha interrogante resulta difícil para los astrónomos, ya que habría que referirse a hechos históricos de los cuales no se tienen mayores detalles o que simplemente fueron modificándose con el transcurso del tiempo.
¿Cuál es la Estrella de Belén?
También explica la institución científica que muchos han indagado sobre este tema, entre los que mencionan a Johannes Kepler; que en 1603 el matemático observó la aproximación de Júpiter y Saturno en una mañana en Praga.
Por otro lado, se ha hablado de cometas, novas, conjunciones planetarias y estrellas brillantes como posibles eventos astronómicos que podrían estar en correspondencia con la Estrella de Belén.
«Las estrellas brillantes podrían descartarse puesto que los Reyes Magos conocían los cuerpos celestes que se observaban en las noches», dice un comunicado del observatorio.
Entonces aclaran que de todas las demás opciones, especialmente por ser eventos de larga duración y de gran brillo, las novas y los cometas son los eventos que podrían asociarse a la estrella de Belén.
Hace referencia además que cerca del «año 12 a.C, el cometa Halley hizo su paso por nuestro vecindario con gran magnificencia, mostrando un brillo inusual. Los cometas Hyakutake y el Hale-Bopp nos visitaron alrededor del año 5 a.C», según registros de los observadores Chinos. En ese mismo año, los científicos de ese país también registraron la aparición de una nova.
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Alineación de planetas
Los especialistas del observatorio detallan, asimismo, que la alineación de planetas del Sistema Solar es tomada con frecuencia como uno de los sucesos astronómicos válidos para explicar que realmente existió la estrella guía de Belén.
«Alrededor del año 6 a.C, se produjo la alineación de Saturno y Júpiter. Realmente fue así, este hecho ocurrió cerca del 19 de octubre. Sin embargo, no es difícil probar que esta alineación, y por ende las demás que son menos luminosas no es una buena explicación para demostrar la existencia de la Estrella de Belén dado que la alineación de Saturno y Júpiter duró unos cuantos días, lo que la descarta por ser un evento poco duradero», añaden.
El observatorio prosigue con que el brillo de Saturno es -0.49 y el de Júpiter es -2.94, mientras que el de los planetas en
conjunción no supera en un porcentaje considerable al más brillante.
Lo antes indicado quiere decir que el brillo sumado de los dos planetas, no supera en mucho al de uno de ellos y que se cambio es imperceptible para el ojo humano.
«La hipótesis de la conjunción planetaria, que fue sostenida por Kepler, es desechada», sostiene el observatorio. Por lo tanto, aseguran que los eventos que se mantienen en pie, son el de las novas y el paso de los cometas.
Al momento no se conoce con certeza cuál fue el evento astronómico que dio lugar a la estrella de Belén y es muy difícil probar la validez de las diferentes hipótesis, pues se necesitan de indicadores físicos fiables (en muchos casos no existen).
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