La pandemia por Covid-19 es considerada como un «estresor crónico», que indiscutiblemente ha afectado en diversas formas a nuestro bienestar mental y emocional.
«Los seres humanos estamos diseñados biológicamente para responder a situaciones de estrés muy cortas, más no para sobrellevar un estrés prolongado como el que vivimos actualmente con la pandemia. Este tipo de situaciones nos genera un desgaste emocional importante», explicó Adriana Oñate, psicóloga clínica del Hospital Metropolitano.
Ese desgaste podría ser más evidente en las celebraciones de Diciembre: Navidad y Fin de Año, que de seguro serán diferentes. Y es que la variedad de «estresores» que se han presentado en los últimos meses, como familiares enfermos, pérdida de empleo, vivir solo, estar al cuidado de adultos mayores o niños, entre otros, nos enfrentan ante un cambio de vida que debemos aprender a sobrellevar.
En el caso de estas fechas especiales, es importante tomar en cuenta que no podremos celebrarlas como estábamos acostumbrados. Es por ello que la creatividad será esencial. «Es recomendable empezar a hablar con los niños sobre el tema, sobre la Navidad diferente, animémoslos a hacer tarjetas, regalos para enviar, incluso se les puede pedir que imaginen cómo les gustaría celebrar esta fecha, eso les ayudará muchísimo en esta ocasión tan especial», aconseja.
Para afrontar estos cambios, Oñate señala que una de las principales recomendaciones es aceptar la situación que estamos viviendo y adaptarnos a ella. «Esto nos ayudará a afrontar esta nueva realidad y facilitará buscar nuevas opciones para aprovechar estas fiestas satisfactoriamente», indica.
Para ello, resulta imprescindible evitar los pensamientos catastróficos y tener presente que la situación actual, por desagradable que sea, también pasará y no debemos perder la esperanza en tiempos mejores.
En ese sentido, Oñate indica que resulta muy beneficioso no adelantarse a los acontecimientos. «Tenemos que hacer frente a la falta de control, por lo que recomendamos ejercicios de focalización que nos permita ir resolviendo situaciones en el presente, en el día a día», recomienda.
De lo contrario, si pensamos mucho en planes a futuro, podríamos ir generando situaciones de estrés que afectarán nuestra salud y estado de ánimo.
¿Signos de alerta? Oñate indica que hay que estar vigilantes del comportamiento de nuestros familiares para detectar posibles signos de estrés o ansiedad que se presentan en estas fechas para que puedan acudir a un especialista. Estos pueden ser bajones emocionales abruptos, cambios en el sueño, «rumiación mental» (pensar en una misma idea a todo momento), irritabilidad, tensión, cambios en la alimentación, falta de aseo o descuido personal, son algunas de las alarmas que nos pueden indicar que es momento de buscar ayuda.