Anticiparse a siniestros y aportar a la toma de soluciones oportunas es el trabajo que cumple Aon en el mundo. Sin embargo, la llegada de la pandemia ha puesto en evidencia, una vez más, la necesidad de trabajar por el bienestar de los colaboradores como una estrategia efectiva de negocio.
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Al respecto, Javier Paz y Miño, CEO de Aon Ecuador, explica en qué consiste este nuevo enfoque.
¿Cuéntanos sobre la compañía?
— Aon es un consultor de riesgos y seguros a nivel internacional y tiene el privilegio de ser reconocido como el mejor en el mundo, por varios entes especializados. Su matriz está en Londres desde hace algunos años, pero inició en Estados Unidos con un hub importante en Chicago.
En cuanto a la estructura de la compañía, tenemos presencia en 120 países, donde laboran 70 mil empleados. Nuestro objetivo es aterrizar en favor de los clientes todas las mejores prácticas, capacidades, conocimientos y experiencias que pasan las industrias a nivel mundial y hacer que mercados locales como el ecuatoriano pueden acceder a todos esos beneficios.
Es así que en Ecuador tenemos una presencia de 15 años con una operación directa de la corporación, lo que significa que debemos mantener estándares altísimos de servicio, seguridad y manejo de herramientas tecnológicas. Es decir, poner a disposición todo lo que produce la compañía en beneficios de nuestros clientes.
¿Cómo describes el trabajo de esta compañía con sus clientes?
—Nuestro objetivo, en términos generales, en las diferentes líneas que manejamos se basa en nuestra filosofía: todo lo que hacemos, en tecnología, procesos, servicio al cliente, productos o innovación, es para brindar una solución a las necesidades de nuestros clientes.
Todos los esfuerzos e inversiones que hacemos están direccionados a potenciar sus resultados, las potencialidades económicas y humanas, para que las empresas puedan seguir teniendo su nivel de crecimiento, rentabilidad, continuidad en el negocio, y que nosotros juguemos un papel fundamental en eso.
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Y del lado de las personas, queremos ser quien impulse el cumplimiento de sus objetivos, así como su desarrollo profesional y humano.
¿Cómo lo hacen?
Desarrollamos mucho la innovación tomando en cuenta qué requieren los mercados en el mundo. Para eso contamos con estudios de riesgos sobre lo que está pasando en otros países, por ejemplo, con respecto al coronavirus; y también contamos con material referente a diversas industrias como la energética, de telecomunicaciones, entre otras.
Damos un paso adelante para estructurar soluciones que permita a los clientes anticiparse a la ocurrencia de esos siniestros y puedan controlarlos y mitigarlos.
¿Cuál es la fórmula que AON comparte con sus clientes en esta asesoría?
—El mundo ha cambiado mucho y lo que nosotros estamos anticipando en ese sentido es que los clientes tengan sobre la mesa un análisis adecuado de la situación, cuáles pueden ser sus afectaciones, cuáles pueden ser sus impactos. Recolectamos mucha Data y la información que tenemos en la compañía para exponer este análisis al cliente y compartir con ellos las mejores prácticas para afrontar estas posibles crisis. De esta forma, pueden minimizar los riesgos en torno a salud, finanzas, eventos naturales, entre otros.
En el contexto de la pandemia, la salud se ha vuelto una prioridad para las personas, por lo cual nosotros nos hemos adelantado para saber en qué hay que trabajar para reducir ese impacto y pueda ser controlado por parte de las compañías.
¿Cuál es la última estrategia en la que están trabajando?
— Desde antes de la pandemia, unos dos años atrás, comenzamos a levantar muchos estudios con respecto a las empresas y a las personas que somos parte de ellas. Organizaciones importantes sostienen que el éxito y rentabilidad de las mismas son las personas, entonces surgió este concepto de “wellbeing” o bienestar corporativo.
La pandemia multiplicó por seis la necesidad de contar con este tipo de estrategias, y es por eso que Aon definió cuatro dimensiones en las que se debe trabajar para que las persones logren un estado de equilibrio que les permita obtener la mayor productividad y a su vez, el mejor resultado para las empresas.
Estas cuatro dimensiones son: física, emocional, social y financiera. Al lograr que estos cuatro aspectos estén en equilibrio, permite a la persona estar mucho más activa y productiva, y al nivel de empresa, te permite contar con un colaborador mucho más comprometido.
Esto se avala con estudios que indican que al trabajar en el bienestar de las personas crece la productividad empresarial en un 22%.
¿Cómo medir sí se logran o no estos objetivos?
—Con esta estrategia de bienestar hemos desarrollado una herramienta digital que se llama “Well One”, una app que funciona desde el celular, y permite realizar seguimiento de cada persona o del grupo. La idea es que con datos analíticos se logre medir la evolución del bienestar y de las estrategias implementadas.
Esta herramienta es un diferenciador importante en el mercado y ha sido sumamente apreciado por las compañías con las cuales trabajamos.