La cuarentena ha terminado en varios países del mundo, el regreso a una “nueva normalidad” ha traído nuevas tendencias, sea en vestir, comer, viajar, e incluso al nivel estético. Lucy Glancey, cirujana plástica en Reino Unido, ha visto un gran aumento en cirugías para disminuir la papada en esta nación.
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Según la especialista, durante el periodo de confinamiento las personas que tuvieron que trabajar desde la casa contemplaron constantemente su propia apariencia. Pero ahora ya o es a través de un espejo, sino durante las videollamadas en las plataformas de Zoom y FaceTime.
Al notar estos “defectos” después de la cuarentena decidieron someterse a ‘lifting’ facial para corregirlos. «A muchos, el ángulo y la iluminación a menudo poco halagadores les produjo un complejo sobre el área de la barbilla y la mandíbula», comentó la cirujana.
NeckTite es un procedimiento mínimamente invasivo que elimina ese exceso de grasa y estira la piel flácida. El tratamiento ha ganado popularidad, ya que permite lograr un efecto duradero sin cirugía ni cicatrices.
El costo del procedimiento fluctúa entre 1.800 y 2.800 libras (2.234 – 3.475 dólares), dependiendo de la zona tratada. Además, Glancey afirma que el resultado se mantiene hasta por cinco años.
Los cirujanos plásticos serán los especialistas que más demanda tendrán después del confinamiento y la pandemia. Borrar las huellas del estrés, el cansancio, mejorar nuestra calidad de la piel, trabajar en prevención o combatir ese ‘rollito’ que no se fue, serán esos factores a “corregir”.
La cirugía plástica, los tratamientos estéticos y los tratamientos dermatológicos están orientados al bienestar psicofísico de las personas, señalaron varios especialistas de esta aérea para Infobae.