Mascarillas, visores, gafas, ahora es parte de la indumentaria de los ciudadanos que ya han salido de sus casas después de 70 días aislamiento que cumplió Quito antes del cambio a semáforo amarillo (3 de junio). El fotógrafo Juan Ruiz de la agencia API captó la ‘nueva’ cotidianidad que se vive en la capital de los ecuatorianos.
Es evidente el desempleo en Quito. Ha incrementado la presencia de vendedores ambulantes en las principales avenidas de la capital. Los comerciante venden de todo en las calles, desde mascarillas, guantes, hasta artículos para la casa y de bioseguridad. Lo diferente es que ahora usan mascarilla. Algunos cumplen el distanciamiento, otros no.
En el parque El Ejido, la situación es similar, pero un saxofonista anima la mañana calurosa esperando que la gente pueda apoyar su arte. En el parque respetando el distanciamiento se han colocado ventas artesanales. Hay señales de peligro en los lugares que se podía sentar disfrutar del parque. Esto no está permitido.
Dos mujeres indígenas caminan en el interior de El Ejido con sus mascarillas, mientras otras personas están acostadas en el césped alto del parque que no ha sido cortado por la pandemia. Parece que no hubiese cambiado mucho, si no existieran señaléticas.
Quito, que se mantiene en color amarillo de acuerdo al semáforo epidemiológico que rige en Ecuador por la pandemia del coronavirus COVID-19. Este 24 de junio se confirmaron 6.456 casos en la provincia de Pichincha, la capital tiene 5.912.
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