La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el uso de tapabocas o mascarillas de tela si las personas no pueden mantener el distanciamiento social mínimo recomendado (dos metros), en lugares con transmisión generalizada de COVID-19. Por ejemplo, en el transporte público, tiendas o espacios cerrados con mucha gente.
En una actualización de su guía de consejos sobre el uso de mascarillas, la OMS considera que a medida que los países van levantando las medidas de confinamiento y las restricciones de movimiento es necesario que las personas las utilicen para protegerse en situaciones en las que no se puede aplicar la distancia social recomendada.
Hasta ahora, la OMS solo recomendaba -según su guía del pasado 6 de abril- el uso de mascarillas para la gente que atendía a personas potencialmente contaminadas, o que tenían tos o estornudos; así como para el personal sanitario.
Los tapabocas recomendados para el público en general son las de tela, que deben cumplir ciertas condiciones para que realmente representen una protección para el portador y para el resto de la comunidad.
La guía orientativa de la OMS recalca que no todas las máscaras de tela tienen la misma calidad de filtración, uno de las factores determinantes para su efectividad.
Por otra parte, la nueva guía de la OMS señala que todas las personas que trabajan en instalaciones médicas atendiendo a todo tipo de enfermos, y no solo a pacientes con COVID-19, deberían utilizar máscaras médicas.
Mascarillas de algodón
En muchos países las mascarillas más utilizadas son las de algodón hechas de manera artesanal, sea porque las mascarillas quirúrgicas escasean, porque están reservadas para el personal médico o porque resultan más baratas.
Utilizarlas es mejor que nada, pero el problema que tienen es que «absorben mucho el agua, así que cuando se mojan hay que cambiarlas porque pueden estar contaminadas», mencionó Beller.
Con información de EFE
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