Nueva Zelanda le ganó la batalla al COVID-19 al anunciar que no tiene pacientes hospitalizados por la enfermedad, tras dar de alta al último ingresado y después de cumplir cinco días en los que no se han detectado casos. ¿Cómo hizo ese país para lograrlo?
PUBLICIDAD
Primero debemos saber que Nueva Zelanda ha acumulado desde el principio de la pandemia 1.154 casos confirmados y 21 y han fallecido. Los laboratorios han procesado 267.435 pruebas en el país de casi 5 millones de habitantes.
Las medidas más estrictas del planeta
El primer caso de contagio por COVID-19 en Nueva Zelanda se detectó el 28 de febrero. Y así como la mayoría de países, se trataba de un viajero procedente de países ya afectados.
Por ello, el Gobierno neozelandés decidió actuar con celeridad anticipándose a los acontecimientos al imponer a finales de marzo unas medidas de confinamiento. Que incluso fueron consideradas entre las más estrictas del planeta.
Desde el inicio, Nueva Zelanda decidió implementar una estrategia de eliminación y no de mitigación. Esto significa que las medidas de distanciamiento y restricciones se volvieron cada vez más estrictas a medida que avanzaba la pandemia.
Ese país cerró sus fronteras e impuso cuarentena a todos los viajeros que llegaban a su territorio a mediados de marzo. Para ese entonces, en Nueva Zelanda reportó solo unas decenas de casos.
Pocos días después, el Gobierno decretó la cuarentena obligatoria de toda su población durante un mes entero. Ello cuando no reportaba ni una víctima mortal por COVID-19; la primera fue el 29 de marzo.
PUBLICIDAD
Justamente, Nueva Zelanda cantó victoria al anunciar el fin del contagio comunitario llegó justo un mes después de ese bloqueo estricto de confinamiento.
Niveles de alerta
Además de esas medidas, el Gobierno de ese país clasificó la respuesta ante la crisis por el virus en cuatro niveles de alerta: 1. preparación, 2. reducción, 3. restricción, y 4. bloqueo.
Con estos niveles, los ciudadanos podían conocer en qué situación se encuentra el país, las medidas de salud que se están tomando y las medidas de distanciamiento que deben tomar. Las autoridades pueden subir o bajar de nivel de acuerdo a la necesidad.
En la actualidad, cuando han controlado el COVID-19, el país se cuentra en el nivel 3: restricción. Esto permitió que en las últimas dos semanas se reabran las escuelas. También los bares y otros establecimientos y minimizando el contacto social. Aunque siguen manteniendo normas de distanciamiento social y el nivel 2 de alerta.
¡La clave del éxito!
Uno de los factores claves de Nueva Zelanda para contener el coronavirus fue su geografía.
Además, el Gobierno también ha recibido críticas positivas por la forma en que se ha comunicado con los ciudadanos ante la crisis, lo que hizo que la población cumpliera con las medidas de confinamiento y se avergonzaran de las malas prácticas, de acuerdo con la BBC y EFE.