Un estudio publicado en la revista Plos One señala que es probable que uno de los grandes depredadores comunes del mundo jurásico, alosaurio, era carroñero y practicaba el canibalismo.
Huesos fósiles hallados en la cantera de Mygatt-Moore de Colorado (Estados Unidos) muestran que casi el 29% de 2 368 huesos examinados de la cantera tenían marcas de mordeduras.
Tras analizar las marcas de los dientes, los científicos dedujeron que la mayor parte de los mordiscos fueron hechos por los alosaurios. Aunque la mayoría aparecen en dinosaurios herbívoros, un aproximado del 17% estaban en osamentas de otros terópodos.
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Alrededor de la mitad fueron dirigidas a apartes del cuerpo menos nutritivas, lo que sugiere la acción de carroñeros que alcanzaron estos animales prehistóricos.
“Los grandes terópodos como los alosáuridos probablemente no eran particularmente quisquillosos, especialmente si sus entornos ya estaban limitados por los recursos. La búsqueda de carroña y el canibalismo definitivamente estaban sobre la mesa”, afirma Stephanie Drumheller, autora principal de la investigación.
La muestra de marcas de dentadura de alosaurios en huesos de su propia especie podría representar una rara evidencia de canibalismo entre dinosaurios, y la primera en este depredador jurásico.
Allosaurus fragilis, la especie mejor conocida, presentaba un tamaño promedio de 8,5 metros de longitud y 3,5 metros de altura, exhibiendo un peso estimado de una tonelada.